De la patera a montar la barbería más grande…

Augustine Serwiri desde su lugar de trabajo

“One who God has blessed, no one can destroy”, quien ha sido bendecido por Dios, nadie lo puede destruir. Este lema ocupa un lugar privilegiado en la barbería Abraham Lincoln, en la peluquería y en la tienda de estética africana que hay al otro lado de la calle propiedad del mismo hombre. El dueño, Agustine Serwiri, y su pareja, Janet Owusa, son dos treintañeros ghaneses que se establecieron en Roquetas de Mar poco antes de la crisis del ladrillo.

Lunes, temprano en la mañana, los niños van al colegio cuando abre la barbería. Desde la avenida Pablo Picasso donde se sitúa, todavía puede notarse el olor a humedad de las claras del día mientras las golondrinas planean desde las cornisas del esqueleto de un edificio. En el interior, la maquinilla de Augustine ya marcha, hay varios hombres que esperan sentados; de fondo la tele con el sermón de un vehemente predicador. Los colores predominantes son el rojo, blanco y azul, de gran influencia americana pero con corazón africano. Los fines de semana trabajan hasta 6 barberos y las colas de hombres para cortarse el pelo son interminables. “Empiezo a trabajar a las 09.00h y acabo a las 23.00h”, dice Augustine, el propietario. 

Es un hombre que habla poco, pero dice mucho, atento de su trabajo, relajado. Salió de Ghana y todavía ni era mayor de edad, ahora son nombrados MENAS, pasó 4 años en Libia hasta reunir el dinero suficiente para pagar la patera que lo traería a Europa. Aunque la distancia entre los dos países africanos es de 5470km, el segundo es una opción cercana para cruzar a lo que ellos consideraban la tierra prometida.

Travesía desde Ghana a Roquetas que siguió Augustine

A veces las expectativas y los prejuicios se confunden, como los europeos creemos que África es un país, muchos africanos piensan que toda Europa es inmensamente rica.

La protagonista de hoy Janet recuerda como en 2007, cuando fue a la embajada española en Ghana para arreglar su visado y venir a España a través de la reagrupación familiar que había conseguido su marido, una funcionaria le advertía.

“¿Pero tú conoces Roquetas de Mar?, allí los trabajos son muy duros. Janet quédate aquí, eres secretaria de un buen abogado”. La mujer no podía creer lo que le decía su compatriota y contestó: “Europa es Europa”, hoy reconoce que España la ha hecho una mujer fuerte, que de seguir en Ghana dependería de la familia y el servicio hasta para lavar su ropa.

En cuanto a Augustine es uno de esos muchos que llegaron en patera desde la otra punta del continente. La constancia, el trabajo y la fe lo guiaron por su camino. Hoy es padre de 4 hijos, todos roqueteros, el mayor y las gemelas han visitado a la abuela que ahora espera para darle un abrazo al más pequeño, a causa del COVID tuvieron que posponer el viaje. Una foto de la familia reside preside el lugar de trabajo del barbero, parece paradójico porque todos viven en la misma casa pero la barbería abre de lunes a domingo.
 
Retrato de Augustine Serwiri
 
¿Cuáles fueron sus primeros trabajos?
 
Cuando llegué a Roquetas estuve dos años trabajando en el campo. Después empecé como barbero en un quiosco pequeño que hay en las doscientas viviendas. Ahí está mi maestro. Poco a poco y trabajando mucho alquilé un local pequeño, cerca de aquí, donde está el semáforo, no tenía ni baño, era una cochera. 
 
La policía vino un día y me dijo que tenía mucha gente, que me buscara un local y lo pusiera todo con la licencia y bien. Fueron los policías los que me ayudaron a buscar un sitio. Me dijeron que este local estaba vacío, pero tenía miedo porque era muy grande. Entonces encontré otro más pequeño, ahí enfrente (donde ahora está la peluquería africana también de su propiedad) y poco a poco con la ayuda de mi hermano fuimos reformando y poniendo todo bien. Tenía 20 años justos cuando se embarcó a ser autónomo.
 
¿Cómo fueron los inicios?
 
Al principio cuando llegamos ni arreglamos la tienda, pone una silla, un espejo y así mismo a trabajar con 10 o 12 clientes. Y así poco a poco empezamos arreglar el local porque no teníamos nada. Lo más difícil era que no teníamos dinero y teníamos que pensar en pagar la casa y trabajar. El dueño también se portó muy bien si no teníamos para pagar un mes nos decía que no pasa nada. 
 

¿Hace cuánto se instalaron en este local?

Hace 10 años, todas las reformas las hicimos mi hermano y yo. Esta silla fue la primera que compré. Era mi sueño desde que empecé a trabajar, guardaba el dinero poco a poco para comprarla.

 
Y esa silla se ha convertido en su símbolo de prosperidad, ocupa un lugar privilegiado en el salón y su color negro la hace única, el resto son rojas, todas de estética retro.  Augustine cuenta la historia del mueble símbolo de prosperidad para él.
 

“Fuimos a Almería a una tienda para comprar cosas para la barbería y pregunté cuánto costaba el sillón, el dueño pensaba que nosotros no teníamos dinero, pero le dije piénsalo porque me interesa, le pagué lo que pedía y compré todo a este hombre, los espejos, las sillas…”. 

Janet Owusa, copropietaria del negocio y pareja de Augustine
 
Janet es la cara b de la historia son opuestos en todos los sentidos, pero se complementan. Ella es terriblemente sociable, habla un inglés perfecto y dos dialectos africanos en los que puede entenderse el Ga y Twi, este segundo lo comparte con su marido, es su lengua materna. Hace un par de años que trabaja en la tienda de estética africana y saluda a 4 de cada 3 personas que pasan por la puerta.
 
Antes de trabajar aquí ¿en qué trabajabas?
 
Uf he trabajado en cosas que cuando vivía en África nunca hubiera imaginado. Cuando llegué trabajé en un invernadero durante una semana. Yo le decía a mi marido que tenía las uñas muy largas para eso, que no era para mí. Él y mi hermano me decían que con esos trabajos me habían traído aquí. Lo pasé mal me habían dicho que en los invernaderos había muchos gusanos y serpientes y yo les tenía mucho miedo. 
 

Para contextualizar Janet se ha criado en Accra, la capital de Ghana en una familia con buena situación económica, “en mi casa no había lavadora, había una señora que venía y se encargaba de lavar la ropa, yo ni la tocaba”, dice la mujer.

¿Cuál fue su primer trabajo?

Conseguí un trabajo cuidando a cuatro niños en Aguadulce porque querían alguien que hablase inglés… ahora, la africana se lleva las manos detrás de la espalda para simbolizar que estaba atada. Vivía allí y tenía libre los domingos, mi marido se presentó en la casa para decir que su mujer había sido secuestrada, estaba muy enfadado y los dos hablamos fuerte delante de la mujer.

Janet revive los momentos con mucha risa y cariño. Fue el hermano de ella quien aconsejó a Augustine que era mejor para Janet trabajar con esa familia unos meses.

La verdad que me trataron muy bien, comía con ellos en la mesa, como una más. Pero a los 6 meses tuve que dejarlo porque el marido de ella se dedicaba a la construcción, entonces no podían pagarme, eran 900€ al mes. Y madre mía, los niños llorando, el pequeño de tres años se agarró de mi para que no me fuera. Todavía guardo relación con ellos, eran una gente muy buena.

¿Hasta llegar a trabajar aquí en la tienda que más has hecho?

La mujer se lleva las manos a la cabeza y dice: «la verdad que muchas cosas, he trabajado en el invernadero, en las envasadoras… ahora se que España me ha hecho una mujer fuerte. Yo llamaba a mi madre llorando, me gastaba todo el dinero en el locutorio y ella me decía que podía volver que me compraba un billete de avión, pero ¿Qué hacía? Yo quería a mi marido». 

Y por amor y por la fe enorme que profesa confió en esta tierra a pesar de ser una niña bien compartiendo piso con 8 personas, a pesar del espanto que le provocaban las cucarachas por encima de los platos, resistió. Hoy es una mujer ajetreada, más preocupada por la conciliación familiar y sus hijos que por aquellos duros comienzos que hoy son meras anécdotas. 

Por cierto la peluquería se llama Abraham Lincoln en honor al abuelo de Augustine. El apellido lo toma del décimo sexto presidente americano, la cara de los billetes de 5 dólares. 

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La primera escuela de acrobacias de Almerimar: Fly Fitness…

Cada cual asumimos la vida que queremos, la que estamos dispuestos a gestionar, el camino fácil o el difícil; pero siempre hay que elegir, como el principio de la película ‘Trainspoting’. Hay quien se lo juega todo a una carta porque tiene confianza absoluta en que ganará; no por azar, sino porque se trabaja su suerte.

Irina Kucherenko no dudo cuando le ofrecieron ser monitora de Pole Dance, se compró la barra ese mismo día y comenzó a aprender, “solo tenía que ir un poco por delante de mis alumnas”, se ríe al recordar. En unos días abrirá su propio centro en el puerto deportivo de Almerimar, ‘Fly Fitness’.

“Una amiga mía vivía en Almerimar, estaba en el último año de carrera y vine a visitarla. Cuando regresé a Volgogrado, como primer trabajo en una oficina ganaba 80€. Entonces pensé que no podía estar así, quizás si hubiera sido un poco más paciente habría ascendido poco a poco, pero en Rusia los salarios son bajos y en la hostelería, donde ganas bastante con las propinas, pues tiene un periodo corto, durante la época de estudiante. Está mal visto seguir como camarero cuando tienes una edad”, dice Kucherenko.

Hace 13 años que Irina se instaló en el levante español y desde entonces sigue aquí, donde ha echado raíces y ha hecho de Almerimar su hogar. “Me tiro de la cama, cojo la bici y, en un momento, llego al gimnasio, no puedo pedir más”.

¿Cómo fueron los comienzos?

Al principio tenía dos trabajos como camarera, aquí y en Roquetas de Mar, trabajaba alrededor de 12 horas diarias. Más las dos horas que la rusa necesitaba para ir y volver a Roquetas desde donde vivía, tiene mala relación con el coche incluso como copiloto; «prefiero ir en transporte público o en mi bici. Siempre fit y, además, respetuosa con el medio ambiente.»

¿Pero cómo empezó en las acrobacias?

Vi un cartel de clases de Pole Dance en el gimnasio Dance Almerimar hace 6 años. Aunque no tenía formación en esta disciplina, acepté la propuesta para ser la monitora. Ese mismo día compré una barra porque al principio el gimnasio no estaba ni acondicionado y empecé a buscar vídeos y de todo. Sólo tenía que sacarle un poco de ventaja a mis alumnas, algunas eran muy buenas aprendían rápido los pasos que a mi me habían costado una semana de práctica. Irina se pasa la mano por la cabeza y resopla cuando recuerda la fatiga que pasaba.

¿Seguías con el trabajo como camarera?

Al principio sí, pero llegó un punto en el que estaba agotada. Lo dejé de un día para otro con una ansiedad grande, cansada de trabajar tanto y no tener tiempo ni para ver a mi pareja. Ganaba 600€ con el trabajo en el gimnasio y con eso sobrevivía. Ahora que reflexiona sobre la cantidad de dinero con que se adaptó a vivir hace 5 años apoya una de sus manos en la mejilla y dice: 600€ madre mía no sé ni cómo lo hice: el alquiler, la comida, todo. Pero se ríe y sigue adelante positiva.

En la actualidad, considera que las telas aéreas son su instrumento, pero en su brazo derecho lleva tatuadas las tres disciplinas que majestuosamente practica: aro, telas aéreas y pole dance. “Mi instrumento son las telas aéreas, las descubrí porque un día vino una alumna y me preguntó si daba telas, le dije que no. Ese mismo día compré telas e hice igual que con el Pole, comencé a aprender” y se parte de risa.  

Ahora que vas a empezar con tu propio negocio, ¿estas emocionada?

Pues estoy muy asustada, pone las dos manos en su taza de café, voy a estar sola ante todos los impuestos, los trámites… Pero confío en que nos vamos a apoyar las unas a las otras. Una de mis primeras alumnas va a ser la monitora de Acroyoga.

El lugar puede ser como un centro social de deporte, un punto de encuentro de mujeres. Donde no se necesita una forma física especial y, por supuesto, ayuda con la autoestima.

“¿Verdad que no necesitas estar fuerte para ir al gimnasio?, pues con Fly Fitness igual, solo tienes que venir para ponerte fuerte. Por supuesto que repercute psicológicamente porque cuando te sientes seguro de tu apariencia física, te sientes mejor y eso se refleja.”

¿Qué estrategia sigues para que conozcan tu deporte?

Pues nada, hacerlo bien, que la gente se vaya contenta. Muchas veces me preguntan por qué no hago publicidad pero tengo el centro lleno, ¿cómo quedaría que hiciera un anuncio y la gente viniera y no tuviera plaza? El centro es conocido por las recomendaciones, el boca a boca.

En la actualidad, hay 60 niños matriculados y los grupos de adultos también son numerosos, aunque la acróbata no los tiene contados. Cuando las alumnas acuden a clase de pole dance, por ejemplo, llevan una tarjeta donde Irina les pone un sello con una bailarina y una barra, así se marca la asistencia.

Irina, formas parte de la escuela de circo Funámbula de Almería…

Si, con un compañero de circo italiano hacemos el espectáculo Fuego y Aire, nos contrata la Diputación de Almería y hacemos espectáculos al aire libre. Siempre tengo miedo de que me suden las manos, de que el cacharrito que me mantiene a 4 metros en el aire no se estropee porque eso no lo puedo controlar. Una compañera se cayó hace unos años y lo cierto es que a medida que pasan los años le cojo más miedo, pero actuar lo tengo asumido. De pequeña iba a clases de baile en Rusia y hacíamos actuaciones, es algo cultural si eres niña en Rusia vas a baile.

El colectivo del que hablamos tiene su sede en Almería y esta gimnasta cruzaba desde Almerimar hasta su destino medio poniente en transporte público y en fin de semana. “En domingo para llegar hasta Almería me levantaba a las 07.00h de la mañana para llegar a las 11.00h”, donde unos verían una barrera insalvable, Irina solo madrugaba un poco más.

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La energía solar de Almería para el mundo por…

Michael y Anke Geyer. Foto por Melanie Lupiáñez

Los Geyer nacieron con la actitud verde, la conciencia por el clima y el entorno. A la pregunta: ¿la energía renovable puede hacer un mundo más justo? Un certero “sí” como respuesta. La convicción de Michael no admite dudas.

“Me preocupa que actualmente en España parecen más interesados por el corte de pelo de Pablo Iglesias que por una política verde”, el ingeniero alemán habla con la experiencia de 40 años en renovables y miles de megavatios instalados en los 5 continentes.

Anke y Michael Geyer se conocieron el primer año de Universidad de Tübingen, en la Alemania ‘libre’, cuando eran unos jóvenes en los incipientes 70. El ingeniero llevaba un Land Rover enorme de segunda mano y el coche de la geóloga se había quedado sin batería. 

“Hacía frío y lo invité a tomar un té, hablamos y hablamos y se hizo de noche, ya no podíamos sacar el coche. Entonces le dije: ¡Bueno, pues mañana! Y así pasó una semana hasta que por fin sacamos el coche”, Aki, como la conocemos en España, mira a su marido Michael y los dos rompen a reír. Desde su lugar hegemónico de la mesa del porche la matriarca Geyer finaliza: “después me invitó a una paella y…”, levanta las manos para escenificar que todo estaba hecho y concluye: “al año siguiente nos fuimos a vivir juntos y desde entonces”.

A finales de los setenta la pareja pasó un año académico en la Universidad de Oregón, su paso por los Estados Unidos le permitió tener contacto con una rudimentaria energía solar californiana y con los primeros microprocesadores Intel. Ahí fue donde despertó la inquietud de Michael.

La Guerra de Yom Kippur en 1973 provocó la primera gran crisis del petróleo disparando precios e inversión en renovables de hecho impulsó la construcción de la primera Planta Solar del mundo en Tabernas.

“Recuerdo que hasta cerraron las autovías en Alemania”, explica Anke. La subida del petróleo y la inversión en renovables han ido de la mano. Dibujan una curva ascendente y descendente que ha supuesto un desafío constante para el desarrollo de las renovables en todo el mundo.

La pareja conoció Almería a principios de los ochenta, se quedaron a dormir en las casas de los mineros que entonces alquilaban en Rodalquilar lo que no esperaban era instalarse en Aguadulce unos años después. “En el 1982, hubo una campaña de medidas y un amigo me animó a venir a Almería, a Aguadulce, porque yo sabía español. Vinimos de vacaciones tres semanas. Fue la primera vez que vi la planta solar de Tabernas y quedé fascinado».

“Cuando llegamos a principios de los 80 esto era África, no había teléfono, no había autovía”, Anke se ríe cuando escucha a su marido y continúa: “en Aguadulce apenas había nada, llamaba a mi madre por una cabina de teléfono, no quería vivir en estas condiciones, además no hablaba nada de español”.

¿España puede sacar pecho con la energía solar?

Sí, absolutamente. Las empresas constructoras españolas sí que les vieron el potencial y asumieron el riesgo de las primeras plantas y convirtieron todo esto en un enorme éxito. De ahí es que la energía termosolar, después de haber nacido en Estados Unidos, fueron reanimadas y desarrolladas en España. De Andalucía se llevó a todo el mundo.

El centro de experimentación de Tabernas sembró las bases académicas que pondrían en marcha en la planta de Guadix de 50Mw que puede suministrar a 103.000 familias.  

La lucha ha sido constante, porque había varias crisis del petróleo y los accidentes nucleares de Chernobyl y Fukushima…

 La dedicación política de las energías renovables en aquellos años, cuando nadie tenía conciencia de las emisiones del CO2, solamente iba en competitividad con el precio de los carburantes fósiles, el petróleo. Yo diría que hasta el 2010 no empezó una verdadera concienciación por el CO2, no estaba en primer plano.

Michael Geyer es un hombre de acción y pronto comenzó a aplicar todos los conocimientos que se experimentaban en Tabernas. Habiendo visto el éxito de la compañía LUZ en Estados Unidos, decidí que teníamos que desarrollar una tecnología de cilindros parabólicos europea. En aquel entonces, nadie pensaba en startups ni en bolsa, era todo más idealista y quisimos hacer un opensource cilindro parabólico. En España, teníamos a Abengoa que era quién construía toda esta ingeniería”, dice el ingeniero.

Actualmente, ¿qué papel está jugando España ante las energías renovables?

Recuerdo que hubo un congreso de ministros el fatídico día del atentado de los trenes en Atocha, estábamos asustados porque pensábamos que el proyecto no saldría adelante, pero al final se aprobó el decreto-ley y dio luz verde a la construcción de todas las plantas.

¿Han sido los bancos muy reticentes a financiar proyectos de energía solar? ¿Todavía cuesta?

En aquel entonces, el banco que más financiación puso fue el Banco Europeo de Inversión. Para minimizar el riesgo de los bancos, asumieron el riesgo de todas las garantías de estas plantas empresas de construcción como Abengoa, ACS Cobra, Acciona… Estas empresas dieron a los bancos garantías de que, si no funcionaban, se les devolvería el crédito, se quedarían con las plantas y las operarían.

La madre de Michael era ceramista y elaboró la vasija de la foto

 

Eso significaría que confiaban en los proyectos a ejecutar…

Absolutamente porque, aunque el precio del petróleo varíe ellos sí apostaron por nosotros, vieron un futuro. El papel que jugó la plataforma solar de Tabernas fue que se probaron los primeros prototipos de la tecnología. Luego, en el cilindro parabólico y además se hizo el lazo experimental en Norteamérica eran pequeños pasos que sumaban. En el caso de las torres de Sevilla, Abengoa hizo toda su verificación y validación de tecnología… Fue la investigación española y las empresas andaluzas quienes cogieron un riesgo inicial.

¿Cuál fue el papel de Almería en el desarrollo de las renovables?

Desde Almería, Abengoa Solar montó filiales repartidas por todo el mundo. Lograron construir la exitosa planta de Abu Dhabi, después vinieron Italia, Grecia, Chipre, India, China, Australia, Sudáfrica.

“En estos principios, cuando ibas a un país como Egipto o Abu Dhabi a introducir las plantas termosolares te encontrabas con políticos ilusionados. La gente apoyaba más las energías renovables por idealismo que por montar una startups, ir a bolsa y hacerse millonario”, esta es la clave del éxito del proceso para el directivo.

¿Cómo afectó la crisis de 2008?

En términos de desarrollo energético sostenible afectó más a España que a otros países. Después de casi 20 años en Aguadulce volvimos a Berlín en 2012. En el panorama político alemán pensábamos que iban a ganar los verdes. Nuestra idea era hacer lobby para un mercado unido europeo de energías renovables.

A pesar de que la energía renovable siempre ha estado pendiente de accidentes y crisis en los fósiles 2016 supuso un nuevo punto de inflexión.

La crisis vino porque la fotovoltaica en 2016 bajó de precio hasta hoy que estamos a 10 euros la hora. De esta forma no es competitivo hacer energía termosolar durante el día, pero guarda la posibilidad de almacenarla y producirla por la noche. Este es el proceso que llevan a cabo en la planta más grande del mundo que se está haciendo en Dubái con 700 megavatios y 12 horas de almacenamiento en 2 plantas, la primera de ellas se inaugura en la Expo 21 de Dubái y se finalizará en 2023.

En el proyecto de los Emiratos Abengoa suministra los campos de cilindro parabólico, también participa en la ingeniería junto a China. Una inversión total de casi 4 billones de dólares con un contrato de 35 años de suministro.

Michael Geyer. Foto por Melanie Lupiáñez

Usted decidió dejar Abengoa en 2018, ¿qué planes tiene entre manos?

Actualmente, veo cómo se puede hacer utilizable el almacenamiento de sales fundidas más allá de la termosolar. España es el primer país en unir almacenamiento de sales con la energía fotovoltaica a bajo precio. Para ello, he incorporado una empresa Spinoff de Google en España, Malta INC. El accionista mayoritario es un fondo de inversión de Bill Gates con la visión de cuidar el clima. Hemos formado filiales en Europa que actualmente lidero: una en Alemania y otra, Malta Iberian, en Almería.

De toda la gente influyente a nivel político y empresarial que has podido conocer ¿alguien a quién destaque?

Michael habla con los brazos cruzados, no es un gesto tanto de defensa como casi de autoabrazo. La evangelización en renovables ha sido su fuerte, el símil con la religión le hace reír, pero dice: “sí justo eso. Habría que agradecer a mucha gente. Empezando por los alcaldes de la Calahorra y Aldeire que nos ayudaron a hacer nuestro proyecto, a los técnicos de la Junta de Andalucía en Granada y Sevilla hasta los cargos políticos de máximo nivel de todos los países del mundo que han querido participar. Logramos que los ministros de energía de Argelia, Egipto, Alemania y España, negociaran juntos. Llegamos a convencer al Banco Mundial de un programa para la termosolar y financiaron el proyecto. Fue todo muy satisfactorio y todavía mantengo una red de amigos por todo el mundo que ayudaron a llevar todo esto a cabo”.

Respecto al Cambio Climático, ¿lo estamos haciendo bien?

Soy optimista respecto al cambio climático porque hay una generación joven como vosotras que combate y nosotros que sembramos el precedente con todas estas iniciativas que prosperaran y dan sus frutos.

Cuando trabajabais juntos como pareja, ¿la parte más difícil era la de traer el trabajo a casa?

Sí, en aquel entonces, yo viajaba por todo el mundo y le dejaba a mi mujer todo el trabajo de casa. Lo increíble es que es desde el 16 marzo de 2020 no he vuelto a viajar y me tiene que soportar todos los días porque teletrabajo. Michael mira a Aki que lo escucha paciente y se ríen, después de toda una vida juntos y dedicados a cambiar el mundo.

En 2018 a los Geyer se les presentó la posibilidad de vivir en Silicon Valley, además Michael rechazó una cátedra para la Universidad de Chile en la famosa conferencia que sirvió para unir a los contactos alemanes que transformaron las plantas de carbón en plantas de almacenamiento de energía a partir de las las sales, la especialidad del ingeniero y físico. Pero no quisieron cambiar el sol americano por ver crecer a su nieto en el Mediterráneo. En el jardín de la casa la abuela, Aki, hace molinos para espantar a las palomas que vienen a comerse el pienso de los gatos y, planta las semillas que germinan de su compost con la ayuda de un pequeño que los hace muy grandes.   

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Airun: los hermanos que cambiaron los números por los…

Fran y Nuria los hermanos fundadores de Airun

Airun tocados artesanales es el nombre de un atelier de complementos para ceremonia almeriense fundado por dos hermanos desde Serón que consiguieron llegar a eventos internacionales como la ‘Bridal Fashion Week’ de Barcelona. Han ocupado una página impar en Vogue Novias y, lejos de amedrentarlos, la pandemia los ha reinventado a través de una colección para diario, ‘Airún 365’.

Hace una década que estos artesanos dispusieron un espacio en la casa de sus padres y comenzaron a trabajar sin parar, tardaron solo 7 años en abrir su centro en el corazón de Almería. “Los dos primeros años no esperes ganar ni un duro”, dice Fran Trinidad Castaño con la experiencia que vivió como joven autónomo y empresario. Él es la parte más creativa mientras su hermana Nuria, la pragmática. ¿Su éxito? Mantener el alma, la luz y la esencia del hecho a mano.

¿Trabajar entre hermanos os ha dado más solidez como alianza?

Cualquiera que trabaje en familia puede decirte que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero teníamos claro que los principios serían duros y que reinvertiríamos todo, dice la hermana.

Airun desde dentro

¿Cuál fue vuestra hoja de ruta?

Nos marcamos unos pasos primero tener una tienda física, después una página web, aparecer en una revista internacional… Siempre pensamos en grande, porque si piensas en pequeño te quedas en nada. Nuria pronuncia sus palabras con plena seguridad y, sin embargo, es humilde. Puede que sea el beneficio de trabajar con las manos, de currarte el tocado pétalo a pétalo, de sacrificar tu vida social, tu sueño, tu salario por un propósito común.

Fran: el primer año fue una locura, no había horas, no sé ni cómo nos aguantaron nuestras parejas. Gracias a que pulimos los procesos, hemos conseguido ser más eficientes; ahora, cada fin de semana se queda uno de nosotros en la tienda, tenemos tiempo para nosotros”.

¿Qué fue de Airun durante la cuarentena?

Nos cogió totalmente desprevenidos. Ten en cuenta que nuestra temporada empieza en marzo y estábamos en cuarentena en uno de nuestros años con mayor proyección. Habíamos salido en Vogue Novias el mes anterior, lo que para nosotros era un hito aparecer en esta publicación e, incluso, habíamos llevado mascarillas a Premier Vision pero pensábamos que no las íbamos a usar.  Teníamos todos los eventos cerrados, incluso a nivel personal… Dice Nuria sin temblarle la voz.

Pero la respuesta fue contundente. Fruto del encierro nació Airun 365, una colección de diario que las clientas reclamaban desde hacía tiempo. Estos hermanos son gente de acción no paran a lamentarse. “Siempre hemos mantenido la esperanza. Hay que ser pragmático eso es lo que tienen los números, siempre nos hemos planteado que mañana será mejor, adaptándonos con diferentes creaciones como los cuellos, las mascarillas, el bordado…”, Las palabras luminosas de una autónoma.

“Durante este periodo que está siendo más difícil tenemos que hacer sinergias, apoyarnos los unos en los otros en las empresas que tenemos más cerca”; esta es una de las máximas de Nuria, que las llevan a cabo a través de editoriales con diseñadoras almerienses de ceremonia como Victoria Salas.

La artesana del atelier muestra una publicación con orgullo de creadora

¿Cuál fue uno de los momentos que marcó la diferencia en vuestra carrera?

Cuando ves tus coronas desde Serón a la Bridal Fashion Week es cuando te emocionas, todo el trabajo, el esfuerzo, lo importante que era para nosotros, pronuncia Fran mientras sostiene una de las piezas que apareció en la pasarela internacional por donde pisan Pronovias o Rosa Clará. Fue la primera vez de sentirnos grandes, nada es fácil, todo va poco a poco, dice Nuria. Una mirada cómplice, una risa que atisba el sacrificio que les conllevó.

“El esfuerzo al final tiene su recompensa, veíamos este evento como un escaparate. No podíamos desfilar por nuestra cuenta pero sí ponernos en contacto con una diseñadora, en este caso Isabel Sanchís, y a partir de unas directrices empezamos a trabajar”, explica el hermano. La diseñadora valenciana los tuvo como referencia al año siguiente cuando les encargó el diseño de una especia de escafandra de flores que fue la imagen del desfile.

Ese mismo año, en 2017, se trasladaron al centro de Almería; otro de los pasos que se habían marcado en el camino. Necesitaban un centro estratégico cerca de las tiendas a las cuales proveían, además de iniciar el contacto con el público en horario comercial. Se instalaron casi enfrente de la Diputación de Almería pero con el requisito de que no estuviera a pie de calle, que tuvieras que llamar a la puerta.

Fran porta una de las coronas de la Bridal Fashion Week 2017

El pequeño viaje desde el portal en primavera es todo un espectáculo porque la acera se presenta alfombrada de flores por un espigado árbol que se erige buscando el sol. Los cuatro peldaños de mármol blanco, las cerámicas del suelo, la puerta de madera gris, color corporativo, que transmite sobriedad, elegancia, sin pretensiones y detrás del timbre y la gran mirilla dorada Fran. Los hermanos llevan batas blancas impolutas, como científicos de la artesanía, el olor es peculiar, también identificativo, la luz entra por los grandes ventanales que ocupan de techo a suelo e irradian cada creación, única, personal, sus pequeños bebés, dice Nuria. Un sitio que invita al recreo porque su producto está hecho para degustarlo a fuego lento, asevera el artista.

“Casi todo lo que sale de aquí es un proyecto personalizado y nos gusta porque ellas inventan y nosotros conseguimos hacer ese sueño realidad”, quien habla es la otra parte de este atelier, Nuria. Es emocionante observarla mientras busca entre las más de 7000 publicaciones de Instagram una instantánea que capta el momento de entrega de una pamela a una novia. “Vino con un esbozo en un papel, quería algo muy concreto. Puedo recordar perfectamente la sensación, se me pone la carne de gallina”. En la imagen esa novia sonríe con la ilusión de una niña la mañana de Reyes por la certeza de haber materializado una ilusión.

Taller de Airun

Preocupados por el detalle, trabajan la perfección dentro del taller; privilegio periodístico sacaré rabia, la mesa que hicieron por encargo con 16 enchufes para cubrir las demandas de trabajo. La tabla está compartimentada en espacios de trabajo el de Fran milimétricamente ordenado, ni las motas de polvo son bienvenidas. Nuria dice: “el mío está un poco más desordenado”, cuando su entropía se limita a un par de hilos sueltos de sus raíces como bordadora. Plumas de faisán, flores, cuentas de todos los colores y un altar con un tablón de corcho lleno de encargos y dos velas. “Normalmente suele haber una luz blanca, pero nuestra madre nos dice que en determinada época pongamos una de miel también. Aportan esa luz que siempre buscamos”, dice el hermano. El fuego que Prometeo robó a los hombres y que inspiró a muchos, la mente, la bombilla de Edison.

Estamos hablando de un trabajo que, realmente, es un arte ¿Las piezas cualquier persona las puede llevar?

Hay un tocado para cada mujer. Somo asesores de imagen también por supuesto, porque muchas veces lo que buscamos es ese efecto wow, que nos miren y nos admiren. Pero no te voy a poner una pamela cuando no toca porque alguien podría preguntarse: ¿Quién te ha puesto eso?, aquí el hermano es tajante.

Para quien la moda pueda resultar una frivolidad debemos de apreciar que todo en nosotros comunica así considero que siempre debemos ofrecer nuestra mejor versión a través de la concordancia entre una misma y el entorno. En este caso, los valores de sencillez, belleza, delicadeza y luminosidad están elevados al máximo exponente al servicio de la mujer como dejan constatado en su web y en cada uno de sus productos.  

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‘Pueblo chico’, infierno grande; el colmando de la Patagonia…

Hermanos Nuin López en la puerta de su colmado, Pueblo Chico. Foto por Melanie Lupiáñez

«Nos dieron la llave de la tienda y al otro día nos confinaron», dice Ariel Nuin López. El argentino se afana en hornear empanadillas, el olor atrae a los clientes hasta su colmado. Mariela entra a la trastienda desde el mostrador y toma el mate que le da su hermano. Solo se tiene el uno al otro y es lo que más cuidan. 

Huían de la asfixiante inflación argentina, y en plena crisis mundial se han situado al frente de una tienda de pueblo transatlántica, Pueblo Chico en la Calle Los Picos, 17. Desde allí tratan con cariño y mimo a la clientela ya familiar en tan solo un año. «¿Qué tal estás Miguel, te cortaste el pelo?», se escucha a Mariela desde el mostrador. Por las estanterías productos selectos y artesanales almerienses, junto a la gastronomía gaucha, los mates, las pipas… La fusión ha sido inmejorable. 

Mariela Nuín López detrás del mostrador. Foto Melanie Lupiáñez

“Arrancamos cuando nadie podía salir a la calle. Esos meses fueron de auténtico terror. El local era un desastre, empezamos a pintar, a arreglar, no teníamos provéedores, no teníamos casi nada«; explica Ariel entre sorbo y sorbo a su mate mientras no para de moverse por la trastienda. Todo a media luz, como si del famoso tango de Carlos Gardel se tratara.

¿De dónde viene ese nombre tan peculiar?

“Siempre me gustó el dicho ‘Pueblo chico, infierno grande’. En todos los pueblos chicos, dentro es un infierno grande. Eso se refleja muy bien en nuestro quehacer cotidiano, un sitio chiquito pero en la parte de atrás es un gran horno donde se preparan las mejores recetas. Además, me gusta la palabra pueblo porque la gente lo identifica con lo casero, lo artesano, lo familiar.” Vitrinas repletas de alfajores, dulces típicos, vinos almerienses, infinitas variedades de pan de Abla, miel y patatas fritas artesanales de Olula del Río, chocolates artesanos de la Alpujarra, conservas de pulpo…

Aunque, sin duda, la joya de la corona es el inmenso cartel que preside la entrada del establecimiento, una llamada a todo aquel que desee degustar empanadas gauchas tradicionales con cualquier relleno imaginable -criollas, de atún, de pollo, de queso y albahaca-… “Lo mejor es que el olor sale por la puerta y eso atrae a nuestros clientes porque la cocina es casera. Me gusta llamar la atención. Prendo el horno al mediodía para llamar y a eso de las 7 de la tarde para la cena. Con una empanada de estas y una ensalada ya tienes una comida completa”, aclara el cocinero entre risas.

Ariel Nuin, propietario del colmado.
Ariel Nuín López. Foto Melanie Lupiáñez

Ante esta situación, ¿qué es lo que les empujo a emprender en un negocio de proximidad?

Al tendero se le abren los ojos. «Yo trabajaba como cocinero en el Mercado Central de Almería y por la situación me echaron. Mi hermana Mariela hacía alrededor de un año que estaba acá y tampoco conseguía trabajo, así que nos armamos de valor y juntos creamos una cooperativa con los poquitos ahorros que teníamos. Fue el momento en el que abrimos la tienda, así nos sustentamos solos». 

Aunque los proveedores eran escasos, el argentino ya tenía un recorrido. Participó dando talleres dentro de las actividades que el Ayuntamiento de Almería junto al sector hostelero programó bajo el marco ‘Almería Capital Gastronómica 2019’.

«Todos los carteles de la tienda los hice yo, con los costes que supone abrir un negocio en pandemia, encima hay que economizar. Lo hice de forma manual con papel de periódico, plastilina y pintura. Si hubiera sido por mí, todo el local hubiera sido de madera con un estilo más rústico porque ese sería el sentido pero no puedo porque tuve que adaptarme a lo que tenía», muestra con orgullo el chef.

Entonces, ustedes han sido emprendedores con muy poquito…

«Nosotros comenzamos con la asociación FAECTA, quienes representan y defienden los intereses de los cooperativistas de trabajo en Andalucía. Fomentan el emprendimiento y nos han ayudado en todo porque el dinero no lo teníamos. Hicieron el contacto con el banco, nos trajeron los técnicos, los detalles para cuando viene la inspección de sanidad…»  

Es indiscutible que la calidad marca la diferencia, los hermanos sabían que tenían que pararse, observar y dar lo mejor ante un público que los fue guiando en el quehacer y en los productos más demandados. “Somos argentinos y en nuestra tienda debemos tener un trocito de patria pero lo mejor es que ofrecemos una mezcla entre productos de Almería y de Argentina que hacen que tengamos la diferencia con el resto de tiendas del barrio. Todo lo hemos realizado con ingenio y buen trato.” Prueba está en la buena aceptación por parte de gente joven, familias con hijos e, incluso, gente mayor que se han hecho habituales.

Detalle del cartel de la entrada. Foto Melanie Lupiáñez

«Tengo mi propia bandera, el chimichurri argentino, una salsa que regalo a mis clientes y les paso receta para que sepan utilizarla, especialmente para los niños. La gente se queda enloquecida porque aquí nadie regala nada. No tienen una atención al público tan cercana como me gusta a mí.” Ariel esboza una gran sonrisa de satisfacción, un claro ejemplo de que lo que cuenta lo hace con orgullo.

Hay un dicho en su país que dice: ‘Si se rompe, lo atamos con alambre.’

Hubo tantas crisis económicas y sociales desde Perón hasta ahora que el país está hecho un completo desastre. Te tienes que ir adaptando con lo que tienes; es crisis más crisis. Cuando vivía allá tenía una empresa de catering. Iba negocio por negocio vendiendo mis comidas, tenía mis clientes de las mañanas y de las tardes. Yo siempre funcioné con el boca oído. Incluso ahora Pueblo Chico funciona así, no hacemos uso de las redes sociales. La inflación era cada vez más grande, lo que compraba hoy y vendría cuando iba a volver a comprar me salía el doble. Entonces ya no di más y pensé que tenía que venirme a España y cambiar de vida. Mi hermana Mariela y yo somos solteros, no teníamos nada que nos atara.”

Ariel Nuin desde Pueblo Chico. Foto Melanie Lupiáñez

Oriundo de Neuquén, en el centro del país latino, Ariel llegó en 2004 a Las Negras con un permiso de trabajo sin ubicar ni siquiera dónde estaba Almería en un mapa. Fue un buen amigo quien lo animó. Sus raíces españolas -concretamente, vascas y gallegas- por parte paterna y materna, respectivamente, le otorgaron una oportunidad de oro. “La verdad que todo en esa época era diferente a ahora. Se ha convertido en un lugar muy pijo aunque conserva su esencia hippie.»

Al tener esa genealogía, su familia pudo obtener la doble nacionalidad por arraigo familiar. «Es más, fui el primer argentino de España retornado en 2009 cuando Zapatero facilitó que los extranjeros pudieran volver a sus países de nacimiento, cobrando la mitad de paro aquí y la otra mitad allá. ¡Hasta te regalaban el pasaje de avión! Toda una política para dar trabajo a los españoles durante la crisis del ladrillo».

Detalle de Carrot Cake. Foto Melanie Lupiáñez

Allá todavía queda uno de los cuatro hermanos. «Queremos que se vengan todos. Ahora la cosa está complicada con la situación de la pandemia que no pueden salir del país y después hay que vender todos los bienes y propiedades que hay allí porque no lo puedes dejar tirado así como así.»

No es tan fácil pero son las paradojas del destino, sus abuelos lo dejaron todo para irse allí y buscarse la vida y ahora ellos son los que retornan para buscarse la vida acá. «Además, que hay algo más importante que lo económico y es la seguridad con la que se vive en España. Vivimos con tranquilidad y eso no hay peso en el mundo que lo valga», añade con energía el tendero.

En el diccionario de vida de ustedes no existe la palabra miedo, ¿cierto?

No, verdaderamente yo no sé que es eso. El secreto es fijarse, ser sociable e intentar dar lo menor de ti. Es verdad que con la situación que estamos pasando, no es lo mismo tener negocio propio que trabajar para alguien… Te llevas el trabajo a casa. Cuando hicimos la cooperativa teníamos permiso para tener menaje, para hacer talleres de cocina, catering… Pero claro la situación y yo solo… No puedo hacer nada.

Queríamos haber traído a una sobrina nuestra que nos ayudara en la tienda, pero no se pudo hacer la nacionalidad porque era mayor de edad y como está la situación.

Si mi hermana no hubiera venido yo no podría haber abierto la tienda porque no puedo estar dentro del almacén y detrás del mostrador, ni hacerme cargo de las facturas, proveedores y atención al cliente. Los número los hace ella, yo solo se de cocina. ¡Con la mano rota que tengo, ya me hubiese fundido todo! Ariel rompe a reír. Mi hermana es mi gran apoyo y la que da estabilidad a toda la parte de negocio.

Porque el argentino siempre va buscando la plata…

Sí, es nuestra fama (los hermanos rompen a reír). Somos más individualistas que otros latinos, aunque tengamos clientes paisanos, el argentino no anda buscando otro argentino. Somos latinoamericanos pero, por ejemplo, tengo amigos que les dicen panchitos de forma cariñosa; nosotros les decimos Machu Pichu (risas, otra vez). Luego alguien llama a los latinos panchitos y te dicen: ‘no es por ti’. ¡Cómo si yo no fuera panchito! A mí no me ofende, puedes llamarme todo lo pancho que tú quieras; lo que pasa es que nuestro país tiene mucha influencia de España e Italia, muy europea.

Mención aparte en el tema gastronómico, porque tiene una clara influencia italiana…

No hay que decir más; cuando nos ponemos al frente de los fogones, somos italianos ‘cento per cento’.

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«El feminismo es bonito, pero no hay que atacar…

Como soldado, fundó una escuelita en Altos de Cazuca, un lugar donde los niños nacen curtidos como hombres. Cambió el camuflaje por el ágora, lucha por los derechos de las mujeres y se infiltró en una red de trata de blancas. Creó el primer partido político de mujeres en el mundo, Nuevo GEN, cuya meta es fundar el Ministerio de la Mujer en Colombia, un lugar donde muere una mujer al día. “Porque no creo en estar aquí por estar, sino en dejar huella”. Habla Nancy Vergara, candidata al Congreso de Colombia. 

Nancy Vergara desde la Plaza Vieja. Foto por Melanie Lupiáñez

Dijo una frase en una entrevista: “Un hogar no se edifica sobre una roca un hogar se construye sobre una mujer»

 “Así es, pero el hombre es nuestro complemento. El feminismo es bonito, no hay nada más bonito que una mujer y venimos de una mujer pero no hay que atacar al hombre; están nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros ancestros. Mis dos hijos son varones.”

Este es el principio de la colomboespañola. Durante su campaña al Parlamento Europeo en 2019 con el partido por los Eurolatinos MIEL, sintió el rechazo de los grupos feministas madrileños y catalanes. “Yo les decía: no hablemos al mismo tiempo porque  cuando vayamos todas para un mismo lado esto va a cambiar. Y tenía que hablar duro, porque así se habla en España”, sobre sus piernas un coqueto bolso Gucci que sujeta con firmeza mientras enfatiza las palabras, siempre con una sonrisa amplia.

En la Madrid Woman´s Week de 2019 arrebató el premio a Ophra Winfrey…

Si Ophra llevaba el asunto del acoso y yo trabajaba con la trata de blancas y el tema de las niñas que son violadas en los campos. Me infiltré en un vuelo hacia República Dominicana con una niña, pedí un asiento a su lado, me contó su historia y cuando llegamos ella ya estaba lista para trabajar como prostituta. Ella sabía perfectamente a lo que iba pero la culpa la tiene el Estado porque permite que la gente migre sin ese control. 

 Crearon una agencia de viajes en Barcelona y le venden a niñas tiquets baratos para pagarles con trabajo en España. Llegan acá y no es el trabajo que les prometieron, sino prostitución. Desde España, las trasladan a República Dominicana donde está la red de prostitución más grande del mundo.

Aunque ellas lleguen con pasaporte de turistas, el Gobierno debería investigar porque las traen engañadas; bueno algunas lo saben y quieren pero las que no…

Es un proyecto con la trata de blancas donde si hay los recursos necesarios quiero seguir trabajando.

Nancy Vergara pasea con una de las mascarillas que fabricaron en cuarentena por la Calle de las Tiendas de Almería. Foto por Melanie Lupiáñez

En la cuarentena obligatoria del pasado 2020 -debido al COVID 19- fueron asesinadas por la violencia de género en el país andino 37 mujeres, según informó en rueda de prensa la representante de ONU Mujeres en Colombia, Ana Güezmes. Ante la situación, la protagonista de esta historia hizo un taller de mascarillas donde se empleaban 5000 mujeres maltratadas en turnos de 8 horas. Eran ellas mismas quienes a través de una llamada a la Fundación Firmes con las Mujeres daban la alarma, después se deriva con la policía y la fiscalía, quienes tomaban cartas en el asunto.

“Durante ese tiempo estaban fuera de casa, lejos del agresor. El lema era: ‘Tapadas, pero no calladas’. Al inicio de la pandemia empezamos una campaña ‘Mujer salva los tuyos, quédate en casa’; las mujeres se grababan y transmitían el vídeo por redes sociales, la campaña dio la vuelta al mundo hasta que llegó la epidemia de la violencia. Entonces desarrollamos este proyecto que permite a las mujeres denunciar a pesar de llevar mascarilla. Fue un éxito total, vendimos millones de mascarillas”, Vergara luce una de esas mascarillas, es morada claro de papel, “perfectamente homologada y 99% de filtración probadas en el laboratorio”, dice la activista.

Realmente ¿de dónde le viene este espíritu tan fuerte? 

Yo creo que, de mi mamá, ella sufrió mucho maltrato y, sin embargo, nunca se ha hecho víctima de eso. Mi madre tuvo que volver a Almería con todos nosotros pequeños, somos 6 hermanos y empezar de nuevo. No sé cómo lo hizo.

El abuelo materno de la activista era un militar almeriense que huía de la cruenta Guerra Civil española de 1936, arribó a Cartagena de Indias en Colombia después de 3 meses de travesía. El propio embajador español le dijo que renunciara a su nacionalidad pero el hombre se negó. “Gracias a que se negó, ahora nosotros tenemos doble nacionalidad. Lástima que se haya ido. Hubiera querido tenerlo siempre, me da mucha nostalgia, tenemos un ángel en la eternidad”.

Su antepasado tendió un puente entre los dos países hispanos, pues retornó 16 años después y crio a todos sus hijos en la Puerta de Purchena. Ahora Nancy es la única que todavía no se ha afincado definitivamente en la ciudad donde el sol pasa el invierno, pero es una meta cercana.

Y hablando de hojas de vida, la suya es una declaración de intenciones…

Durante 2 años fui soldado del PM13, del ejército miliar. Fue muy duro entramos 80 mujeres y solo nos graduamos 5. No fue fácil, nunca será fácil para una mujer, pero ese trato fuerte es psicológico a ver hasta donde tú eres tan fuerte.

La carrera militar la aproveché para hacer trabajo social me iba con mi camuflado a la parte más pobre de Colombia a Altos de Cazuca y creamos una escuelita de tres plantas donde fueron escolarizados 350 niños. Era una población vulnerable, niños desplazados por la violencia, hijos de grupos al margen de la ley.

¿Qué paso con la escuela entonces?

La escuela se convirtió en la fundación Fundea desde el año 2006 , y de ahí el lema de Jean Monnet: “los hombres pasan, pero las instituciones quedan”. Cuando regresé a aquel lugar a hacer campaña pensé que me iban a sacar corriendo y no, muchos de aquellos niños me saludaban y ya son adultos. Esa es la satisfacción con la que me quedo. Lo más importante y de gran valor es el amor y la gratitud.

¿Cuándo nació la fundación Firmes con las Mujeres?

A partir de que entregué la escuela quise seguir con esa parte social. Así nació la parte política en la pasada campaña queríamos entrar al Senado pero había una orden para que no nos registráramos. Necesitábamos 50.000 firmas y reunimos 560.000 firmas en tan solo 20 días, imagínate, todas las mujeres firmaban, nos apoyaban. Al día siguiente nació Firmes con las mujeres, pues la camiseta que usamos para recolectar firmas es nuestra insignia.

Detalle de la pulsera FIRMES POR LAS MUJERES. Foto por Melanie Lupiáñez

¿Por qué le denegaron el registro?

Porque detrás de mí y de la fundación no hay nadie, solo Dios. Todo lo hacemos con trabajo y muchas ganas de contribuir a la sociedad, lo que a veces disgusta. Porque yo tengo la autoridad y la autonomía de hacer mi campaña sin deberle un favor a nadie y además son muchos los mandatarios que piden nuestro apoyo. Yo me voy a Colombia a hacer mi campaña con pocos recursos, pero con la convicción de que vamos a llegar al Congreso y cambiar en algo la historia del país, pero sobre todo de las mujeres.

¿Cuál es su propósito con el Partido Nuevo Gen (gente emprendedora nacional)?

Cada partido tiene su ideología pero, en mi caso, la política es diferente. Se trata de una serie de puntos que queremos llevar y todos a favor de la mujer; madres cabeza de hogar, proyectos ambientales y alimentarios son prioridad. Quiero estar un solo período en el congreso y no más, fundar el Ministerio de la Mujer.

Simplemente quiero cumplir las metas, los sueños y hacer historia, dejar huella. Tal vez es eso, no pasar desapercibido en la vida. Creo que cada ser humano tenemos una meta en la vida. Me siento muy orgullosa de mis logros los cuales serán el legado de mis hijos.   

Nunca imaginé el poder que podía tenía una camiseta que ha dado la vuelta al mundo y ha vestido a 10 presidentes, como Nayib Bukele (El Slavador) o Antonio Sola, reconocido por ser el Creador de presidentes. Esta prenda financia a la fundación en los viajes, hoteles, vuelos y sólo es una camiseta; pues, ¿Qué no podría hacer con una credencial, sino crear una ley que cambie la historia de la mujer en Colombia?

Vicky García recibe una camiseta de Firmes por Las Mujeres. Foto por Melanie Lupiáñez

 ¿Una mala experiencia que haya tenido durante estos años?

Hace 6 años cuando estaba Santos como presidente el medio de comunicación RCN, uno de los mayores colosos del país me hizo una fake news. Al principio, me lo tomé a risa pero afectó a la salud de unos de mis hijos y la mia, tuvimos que irnos de la casa porque teníamos a prensa en la puerta todos los días. Me llamaron corrupta, embustera y de todo. Sabía que nada era verdad, obvio que en mi Facebook tenía fotos con Uribe, el registrador de senadores de la época y mucha gente influyente porque siempre me he rodeado bien.

Aunque el fiscal general, Nestor Humberto Martínez, se pronuncia a mi favor donde piden disculpas, esa noticia sigue circulando, maltratando mi honra y la de mis hijos, a pesar del daño que le hicieron a mi familia siempre he creído en la justicia divina.

¿Cómo construiría una sociedad más justa?

Pues exactamente siendo más justos. Que no haya ni feminismo, ni machismo, que seamos uno. Somos seres humanos cada uno luchando por su causa. Ante todo, el respeto y las oportunidades porque en pleno siglo XXI, las oportunidades de las mujeres no son las mismas que las de los hombres.

Aunque se está trabajando mucho a nivel mundial para que sea equitativo pero falta mucho o las leyes, están muy débiles. Tiene que haber el 50 y 50% siempre, la paridad. Poder llegar al Congreso con el apoyo de la sociedad en las urnas para lograr establecer el Ministerio de la Mujer que ya expusimos ante el Consejo de Ministros.

Y con cosas  sencillas, pero que cambian la vida, por ejemplo en Colombia todavía no hay una ley donde puedas cambiar tu apellido. Yo llevo el apellido de mi padre primero y lo quiero cambiar por el de mi madre por todo lo violento que él fue.

Una sociedad más justa se hace con la verdad, que la gente respete y aprenda a aceptar sus errores.

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“Por miedo no te realizas”, Emilio Torres, escultor mexicano

Caminar al filo de la navaja, hacer del infierno tu hogar, ser la oveja negra, que tu amor propio te devore como el vórtice de un agujero negro que se traga todo a su paso. Que la mierda te llegue al cuello, la manga larga te vista en verano, la aguja se convierta en tu elemento y te conviertas en un referente.

Retrato del artista mexicano. Foto por Melanie Lupiáñez

El sodio de las farolas empieza a teñir de amarillo la calle mientras caminamos hacia el estudio/consulta de Emilio Torres. Los dos vestimos de negro riguroso, él lleva una bomber muy chingona, unas Doctor Martens y una camiseta con una calavera. “Llevo un punk dentro”, asegura el escultor, caracterizador y terapeuta mexicano que hace 3 años llegó a La Aldeilla (El Ejido) por amor. Nos observo flacos, enlutados, rápidos de movimientos y pienso que parecemos dos cuervos pero solo somos ovejas negras transformadas.

“Al parecer las ovejas negras somos los que sanamos la familia. Rompen con la herencia antropológica, la cultura. Yo fui la oveja negra de mi familia y a día de hoy soy referente para mis hermanos. Soy el menor, tengo 3. Te hablo con la autoridad que me da el fracaso, yo era un caso perdido para mi familia. Mi padre me dijo que respetaba mi decisión de drogarme pero no en su casa. Viví durante un año en la calle hasta que por mí mismo tuve la voluntad de salir, por supuesto con su apoyo.» Antes de los 25 años, había dejado de consumir y comenzó una exitosa carrera como escultor y caracterizador de cine y teatro.

Unas Dctr Martens de la coelcción de Emilio Torres. Foto por Melanie Lupiáñez

“Gracias al trabajo que realicé, pude desarrollar un trabajo altruista. Como sociedad nos tenemos que implicar y yo, principalmente, en la salud. Lo hice porque afortunadamente lo tuve que vivir y gracias a ese proceso aprendí mucho, me pude realizar y ayudar a otros.» «Ayudar a otro, te ayuda a ti mismo. En México, pude hacer algunos centros, lo que llaman aquí comunidades terapéuticas sin fines ni ánimo de lucro. La comunidad se llama Diversidad Mental y a día de hoy contamos con 25 centros en México, EEUU y Centroamérica. Son centros que trabajan por sí solos, con aportaciones simbólicas, ayuda de las familias”. En la actualidad, coordina los programas de las clínicas desde España y tiene un nuevo proyecto en mente.  

“La intención ahora es hacer un centro aquí, de la misma forma que funciona en México, con el fin de ayudar a las personas que tienen algún problema de adicción. La localización sería por Cabo de Gata”. Torres estudió psicología y cursó un máster especializado en Ansiedad y Depresión en la UAL. Sus compañeros de carrera en su tierra patria lo llamaban ‘tío’, una forma cariñosa de denominar al señor con quienes compartían aula.

“¿Sabes por qué consumía?” El artista me mira, levanta su dedo índice y contesta a su propia pregunta: «porque tenía una gran necesidad de amar y ser amado, es una necesidad humana. Nietzche dice en ‘Así habló Zaratustra’ que ‘nosotros amamos la vida no porque estemos habituados a vivir, sino porque estamos habituados a amar’, cita Emilio.

Emilio tú que has empezado de cero tantas veces, te has caído y has vuelto a levantar, ¿qué le dirías a la gente que tiene miedo?

Siempre existe el miedo a mostrar quién eres, por miedo no te realizas. Hay quien le tiene miedo a las ratas, otros a las arañas, las alturas, algunos le temen a la muerte pero, ¿sabes quiénes son los más tristes? Los que temen a la vida, a vivir, a que te salga bien.

Emilio Torres al natural. Foto por Melanie Lupiáñez

Este discípulo de Jodorowsky -a quien tuvo el placer de conocer, tomar de sus enseñanzas y aprender a transformar a partir de actos psicomágicos- comprende que no hay otro principio más que la transformación. “No puedo combatir el mal con más mal, no puedo combatir la violencia con más violencia, tengo que transformarlo. Cuando siento envidia por alguien, tengo que transformarlo en admiración; pregúntarle cómo lo ha hecho. La idea de la psicomagia es un despertar de la conciencia que tiene que ver con la transformación. Algunas situaciones de la vida te ayudan a transformar.»

Y un claro ejemplo es…

Cuando una persona dice que se viene en crisis. Esto significa cambio y es la mejor oportunidad para modificar tu vida. La modificación no es una obligación hacia el cambio, sino estar consciente de que lo que has hecho antes no te ha funcionado.

Como ejemplo de vida, pone a uno de sus pacientes que con el tiempo se ha convertido en amigo. “Vive en Carboneras, sale todos los días a hacer una ruta; le dije que comprara una cámara y documentara su proceso de recuperación. Al principio, solo eran fotos pero ya acompañan también sus pensamientos, cada día le comparten más seguidores en redes sociales; gente que vive en Almería y ni siquiera conoce los lugares que él inmortalizaba y le preguntan.»

“La cuestión es: ¿te gusta?, ¿lo harías sin que te pagaran? Todos somos buenos para algo, que nos sintamos unos buenos para nada es otra cosa. Tiene que ver mucho con nuestro estado de conciencia, no creemos en nosotros.»

Y eso mismo le pasó a Emilio. Buscó en su interior su habilidad más notoria y rozó con cariño la belleza de la escultura; siempre impregnado en las ganas de un cambio y sin miedo al parecer.

La muerte de bolsillo. Foto por Melanie Lupiáñez

¿Cómo fue empezar de nuevo en España?

“La cultura es algo similar, quizás la gente es más fría aquí. Conocí España en 2004-2005.” El artista visitó la península como premio a un concurso organizado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) y cursó una especialidad en la Escuela de Artes de Barcelona. Unos colegas mexicanos estaban haciendo una producción: “se me invitó a que hiciera los moldes y modelos de unas máscaras que iban a ser el prototipo de algo que yo desconocía pero que con los años fue muy famoso, El laberinto del Fauno

“Al principio, me tuve que acostumbrar a trabajar diferente porque con humedad el material no se comportaba igual. Dicen en argot mexicano que hay que picar piedra; como no le temo a eso, agarré mis piezas, las metí en una maleta y me fui por todos los estudios, restaurantes, lugares que veía les podía interesar mi trabajo y les ofrecía. Tanto fue así que se acabaron las llantas

Detalle de una de las ruedas de la maleta gastadas. Foto por Melanie Lupiáñez

“Mi primer cliente fue el tatuador, Marius Deac (Optimus Ink Tattoo); y no era tanto por el dinero, sino porque necesitaba volver a sentirme útil y productivo. Él fue el referente para que comenzara de nuevo, me reconoció; podía ver sus ojos cuando sacaba un cráneo y otro, en 10 minutos se lo vendí todo. Le dije: ‘hermano es buen precio el que te estoy dando’, él contestó: ‘cada quien le pone el precio a su trabajo’. Lo cito a él, pero es uno de tantos.» Torres habla con el énfasis que cada palabra merece, un tono que mantiene en vilo al oyente.

En el estudio de tatuaje de su amigo hay un dientes de sable réplica idéntica del tatarabuelo de los felinos que se expone en el Museo de Arte Natural de Nueva York. Emilio tuvo la oportunidad de clonarlo una vez que lo bajaron para limpiarlo. Le valió el arresto en una terminal de Barajas… La sensibilidad del material que utiliza es tan alta que incluso copia el número. El escultor llegó al aeropuerto de Madrid con sus cráneos, los policías llamaron a un experto para verificar que era una imitación. Gracias que el mexicano siempre deja unas trampas para salvarse el culo en casos como estos.   

Cráneo de cocodrilo. Obra de Emilio Torres. Foto por Melanie Lupiáñez

Sus exposiciones más destacadas son Mexicráneos, El Altar y una firme línea de trabajo con los huicholes para visibilizar a la comunidad mexicana y potenciar sus ingresos. “Hace 15 años que empecé con los cráneos porque un cráneo es igualador, no sabes si es hombre, mujer, su procedencia…” La primera de las exposiciones tuvo gran acogida en su país natal y pretende repetirla en España como una forma de unificar a través de la intervención de sus cráneos por artistas multidisciplinares.

En cuanto al Altar, es sin duda su joya, el artista se siente muy orgulloso de esta transgresión. A Emilio le venía de pequeño la profesión impresa, su familia se dedicaba al arte sacro, hacía imágenes de forma artesana para los templos. Con el paso de los años, encontró su camino y reinterpretó la forma de ver a las vírgenes o los santos imponiéndoles cráneos de gorila, por ejemplo. “Se me fueron muchos clientes, pero los que entraron…” Torres agita la mano en el gesto de decir que eran muchos y muy buenos.

Emilio Torres muestra una pieza de El Altar a Javier García nuestro cámara. Foto por Melanie Lupiáñez

¿Algún trabajo que te haya gustado en especial?

Pues todo el trabajo. Para mí no es trabajo, se convierte en mi pasatiempo, algunos lo llaman hobby. Hago lo que amo y aún me pagan todavía por eso. Siempre lo digo en tono de broma, ha de ser horrible trabajar para aquellos que tienen que levantarse temprano, ir a una oficina. Las dos profesiones que realizo las disfruto mucho.

«He hecho muchas cosas pero una de esas que siempre suena muy chusco es que, en una ocasión, me contrató una compañía de cine para adultos afincados en Miami. Yo estaba especializado en ‘life cast’, una forma de impresión directamente al cuerpo. El trabajo consistía en sacar las partes íntimas de actrices para poderlos hacer como juguetes eróticos. Hice 31, uno cada día, tardaba 2 horas y me pagaron muy bien. Fue muy divertido y aprendí muchísimo», rememora el escultor.

De mente y cuerpo inquietos, no puede parar de hablar confiesa pero, sin embargo, puede escuchar y esa es su terapia, otra forma de transformación. Supongo que es una fuente grande de conocimientos, tiene mucho que decir y el tiempo es finito.

“Tengo un proyecto artístico en mente, necesito escandalizar, ya llevo mucho tiempo sin hacerlo y me da…” Aprieta el puño fuerte y se lo acerca a la cara, le da power, como la canción de sus compadres que acompaña el vídeo.  

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La pandemia no paró al Chayo pues traía el…

Omar Tapia muele cacahuetes en un ají mexicano

El Chayo es el sobrenombre familiar por el que conocen a Omar Tapia, un mexicano que llegó a Almería por amor, su Helena de Troya se llama Macarena. Una pareja que se hizo en ultramar. Este emprendedor se atrevió a abrir su negocio en tiempos de pandemia, en un lugar donde los vecinos asomaban para decir que estaba maldito, pero cuenta con la bendición de los huicholes y sus guías espirituales, luces para el buen camino del restaurante. 

 

“El agua destruye ríos y caminos, ¿qué no hará con tus intestinos?”, Omar pronuncia este incendiario dicho, acto seguido sirve un bandera y a ritmo de mezcal comienza la cena. Sabor mexicano y degustación almeriense pues todo se toma en tapas. La cocina es muy tradicional, “el cordero es la receta de mi mamá, no me queda igual, pero sí es suya”, el dueño del restaurante mexicano Aramara Almería.

Tapia procede de una ciudad pequeña de Mexico, Zacatecas, donde el horizonte es similar al almeriense. Su gusto por la cocina lo llevó a recorrer el mundo en barco, trabajar con una renombrada chef peruana especialista en ceviche, Lucía Mendoza, enriquecerse de la cocina colombiana y por amor lleva un año establecido en Almería. A los 25 años, se embarcó en un crucero de la compañía Princess Cruises y allí conoció a la almeriense Macarena Quirante, ella era la enfermera del barco y él trabajaba en la cocina. Cuando tomaron tierra se asentaron durante 4 años en Londres, allí Tapia fue jefe de cocina de uno de los restaurantes top 10 de la ciudad, el Andina Shoreditch.

¿Cómo ha sido abrir durante el COVID?

“Abrí en pandemia, nunca he podido tener aforo completo, lo máximo ha sido un 70%, después lo volvieron a reducir a un 40% que es como lo tenemos ahora. Cuando volvimos a abrir la última vez vino gente y me pareció curioso porque cuando sales vas al sitio que más te apetece ir. Tenemos nuestra clientela.” Omar cuenta con una sonrisa que se percibe en los pliegues de los ojos, de esas nuevas curvas que hemos aprendido a dibujar, que cambian todo y no se tapan. Este mexicano tiene el alma viajera, pero el corazón de pueblo.

El negocio se ha transformado no solo por los tiempos que corren sino por la adaptación a la clientela y los avatares propios de un primer año de apertura. Así hay pedidos para llevar, los jueves serán dedicados a unos tacos típicos de México DF (preguntar a Omar el nombre) y el 9 de abril se hará un maridaje de vinos españoles con tacos mexicanos, sommelier incluida porque cada sabor tiene su matiz.  

¿Cómo nació Aramara?

A partir del Brexit se empezó a poner un poco más complicado todo y un amigo de la infancia, Iker Jhona, el actual chef ejecutivo de Ushuaia, tenía un proyecto hostelero en mente, así nació el 20 de junio de 2019 Aramara Ibiza. La filosofía y el branding son iguales en la península y Baleares a diferencia de que en las islas los tacos no son tapas, se cobran a parte.

¿Qué significa el nombre del restaurante?

“Es el nombre que recibe la diosa del mar en la cultura huichola”. Los huicholes tienen una tradición chamánica muy arraigada y utilizan las sustancias para conectar con su ser superior.

Esculturas hechas a mano por los huicholes. Disponibles para la venta

El sitio en sí tiene esencia, el mobiliario, las esculturas, los cuadros, las fotografías que cuelgan de sus paredes cuentan una historia. A pesar de abrir sus puertas en tiempos de pandemia global conserva la calidez de la artesanía de los Huicholes, una tribu mexicana cercana a la ciudad natal de Tapia. “Ellos son músicos y ellas se dedican a la artesanía, a mí me gusta mucho contratarlos para las fiestas, son muy alegres”, comenta el chef mientras muestra una de las fotos expuesta en el salón de abajo del restaurante. La instantánea fue tomada en el patio de la casa familiar, una antigua hacienda en la actualidad dedicada a la ganadería.

¿Hay clientela mexicana?

Cuando vienen aquí me han dicho que se sienten como en casa y han regresado con más gente. Los erasmus de mi país vienen a curarse la resaca porque tengo la receta infalible: michelada, birria y aguachile. 

Un compatriota, Emilio Torres, en el comedor dice: ‘¿Quién cocinó esto?’ está tomando un plato de adobo, entre el chef y el pinche no se ponen de acuerdo de las manos que realizaron el plato, entonces el mexicano sale del paso: ‘pues dense un beso los dos. Me recuerda a la comida de mi abuela’. El hombre continúa devorando el plato de buen gusto con el placer de encontrar un pedacito de tu tierra al otro lado del océano. 

Plato de adobo con frijoles blancos, arroz y tortillas de maíz, todo está hecho en Aramara. Foto por Melanie Lupiáñez

¿Por qué su carta es pequeña?

La comida mexicana es muy rica, pero estoy solo y quiero hacerlo bien. Hay quien se ha quejado, pero la base de la cocina de Aramara es intentar hacerlo todo como yo lo comía en mi país, es una cocina muy tradicional. La dieta de México desde épocas precolombinas es tortilla, chile, maíz y frijoles, esa es la base desde tiempo inmemoriales. La tortilla sale del maíz y es indispensable, no me podía permitir poner una tortilla de mala calidad en una taquería”.

Estos argumentos aplastantes lo llevaron a importar una máquina de tortillas industrial, para preparar todo a mano y el secreto está en la masa concretamente en la harina de maíz, pero eso es meternos en unos laureles… Por cierto, que con antelación pueden encargar tortillas para llevar a casa y preparar sus propios tacos.

Toritillera industrial traída de México a Almería para hacer unas tortillas auténticas. Foto por Melanie Lupiáñez

Desde la puerta del restaurante con el cigarro sujeto en la comisura de los labios, un gesto muy de campo que denota sus orígenes, Tapia cuenta cómo fue abrir. Quien entraba, saludaba y decía: “solo quería avisarle que este local está gafado”, él se ríe mientras contempla la katrina elegante y huesuda del escaparate, entonces añade: “todos tenemos que morir. Hay que ir siempre sonriente y estar alegre, aunque estés en los huesos”. Es una talla grande, en torno a un metro de barro adornado al detalle, el ejecutivo continúa la historia; “venía en una caja enorme de madera de dos por dos metros y rodeada de papel. Tuvimos que inventariar todo, cada plato, salero, las esculturas, todo tenía que tener un sello artesanía de México. Era el requisito para pasar la aduana.”, dice Omar. Un contenedor de barco trajo el restaurante hasta el puerto. 

El lugar tiene alma y es algo palpable a través de los materiales, los olores, la música pues cuenta con su propia playlist en Spotify. El mobiliario y las sillas son artesanías provenientes de la ciudad de Tonalá, las cerámicas están elaboradas por los Huicholes. El venado que corona el logo, una pieza destacada en la galería de la entrada, es un animal místico para esta cultura, “lo primero que ves cuando tomas peyote”, aclara el dueño y sigue el relato; “lo vi y ni regateé, le dije al artesano que me esperase a que fuera por el dinero y me esperó”, 3 horas de santa paciencia. Pero los huicholes desconocen donde llegaron sus piezas, que viajaran unos 10.000km hasta llegar a nuestra ciudad, porque donde viven ni siquiera “llega la señal”, advierte Tapia.

Katrina que se asoma a la calle Conde Ofalia. Foto por Melanie Lupiáñez

Ni sombreros mexicanos, ni tequila con sal y limón, “eso es para turistas” aclara el hostelero. Cuando visiten el restaurante pidan un Bandera así beberán el tequila o mezcal auténtico, acompañado con jugo de lima y de tomate, formando los colores de la bandera mexicana. Dejen atrás los prejuicios y prueben cuanto les recomienden, tomen la cerveza michelada, el pulque, una bebida prehistórica extraída del jugo del agave, los tacos pastor, no se pierdan los margaritas y guarden un hueco para los postres.

Las bebidas son importadas, 5 tipos de tequilas (1800, Herradura, Don Julio, Mala Vida), y 4 de mezcales (Unión, Amores, Danzante, Cupriata). Aunque estas bebidas blancas comparten origen, solo puede ser tequila si procede del agave azul y la ciudad de Tequila, el mezcal es más flexible en cuanto a su elaboración, difiere en los procesos de destilación y curado en las barricas. Un buen ejercicio para el paladar es una cata de mezcal, la contentera está asegurada. Tapia centró su tesis universitaria en esta bebida los ojos le chisporrotean cuando habla del tema, a través de un atlas especializado en estas bebidas con el mapa de México lleno de pitas, ilustra el origen, procesos, tipos de agaves, etc.

Foto del salón el mítico vaquero es un tío de Omar. Foto por Melanie Lupiáñez

Fueron los españoles quienes introdujeron el proceso de destilación de hecho los “indígenas” tenían prohibido tomar alcohol, porque aceptaban el pago en esta materia, “se volvían alcohólicos y buscaban pleito”, aclara el mexicano.

Un último trago para terminar: “para todo mal, mezcal; y para todo bien, también” y que la rica sabiduría de la cultura mexicana nos acompañe.

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«Hay que saber valorar a alguien, no hay que…

La persona y el ser, una aproximación a la esencia; el primer concepto tiene que ver con las cualidades que mostramos y el segundo con la materia que nos compone, ese yo no sé qué que cada cual traemos al mundo. Harchi_vlogs o de cómo Isam Harchi construyó un personaje que lo llevó de la supervivencia laboral al olimpo de las redes sociales.

Todo empezó hacia el año 2018, Isam pasaba la campaña de la aceituna en Córdoba y se le ocurrió grabarse, una suerte de diario a la cámara. Pronto las visitas crecieron y el personaje comenzó a forjarse, nació @harchi_vlog el agricultor loco que viaja por el mundo y muestra a la comunidad árabe cómo vive un marajá de los bancales.

Nacido en Marrakech en 1998 pero criado en España. Al principio no dominaba el árabe bien, la gente veía los vídeos y se reía de su acento, estudió la lengua de sus ancestros, ahorró y volvió por temporadas a Marruecos.  

Retrato de Isam Harchi. Foto por Melanie Lupiáñez

¿Te consideras más marroquí o español?

Me considero marroquí 100% en cualquier lugar, mi sangre es marroquí pero tengo todo de España.

Forma parte de ese grupo de chicos que hace unos años se juntaba en las calles de Almería soñando un futuro mejor. Una generación que a través de las redes ha encontrado un porvenir. Gente trabajadora y humilde, que te ponen una mesa llena de comida y te invitan a sentirte en casa. “Hermano, yo voy a ser famoso antes que tú y así fue. Estoy muy feliz por Rafa, donde ha llegado, que hace colaboraciones con los mejores Omar Montes, Maka, etc”, el muchacho habla del artista almeriense RVFV con sinceridad y un carisma que conquista la cámara.  

“Mis amigos de siempre no tienen comparación con nada, son poderosos porque han estado conmigo estando podrido. Quien viene después de la fama no sabes las intenciones, si tengo que confiar y hacer una amistad buena prefiero que el otro sea influencer, que tenga su nombre por ahí”. Su amigo de la infancia Hicham Said hace las veces de manager, es su mano derecha, aunque a veces parezca despistado.

Hicham Said, amigo de la infancia de Isam

“Como Hicham no hay otro, él me pagaba el bus para ir a Almería, me mantenía a mí. Yo estudiaba un módulo de electricidad e Hicham trabajaba, con el dinero que ganaba él, 950€ o 1000€ al mes, nos lo gastábamos entre los dos, si él se compraba un pantalón me compraba a mi otro”. Su amigo sale al encuentro dice: “lo que quiero para mí lo quiero para él también, nos ayudamos si nos falta algo. Al final, me demostró que valió la pena”.

Los jóvenes recuerdan sus inicios y cómo las redes sociales le han cambiado la vida. En la puerta de su finca, una vieja furgoneta llena de cajas para los calabacines; antes era la herramienta de trabajo del cabeza de familia, se dedicaba a la venta ambulante, tenía que sacar 8 hijos adelante. Isam es el segundo, dos de sus hermanos mayores cursan estudios superiores en Francia, los pequeños siguen en casa pero no tienen muy en cuenta al influencer. Sin embargo, la “fama” le ha permitido mejorar las condiciones de vida de su familia, ahora cultivan dos hectáreas en La Cañada de San Urbano.

Isam se monta en la furgoneta, agarra el volante y por un momento pierde la mirada, sumergido en sus pensamientos. “Esta furgoneta la vamos a camperizar y vamos a recorrer España con ella, va a estar guapísimo”. Una de sus zapatillas Jordan toca el suelo y la otra dentro del vehículo con los pies en la tierra, pero en camino.  

Isam en la furgoneta que su padre usaba para la venta ambulante. Foto por Melanie Lupiáñez

Es el único agricultor conocido, no hay más personajes así. “Con 22 años ser agricultor… Cuando empecé era difícil me tiré a por algo que no tenía ni idea, no sabía ni regar, empecé a estudiar módulos de cómo echar los productos de todo. El dueño de la tierra estaba sorprendido, me veía tan joven y dudaba de si sería capaz de sacarlo adelante. Hemos sacado cherrys que es lo más difícil de cultivar”.

Isam pasea por el invernadero, explica cómo se hormona la flor del calabacín, cómo el color de la hoja denota que la planta está saludable y presume con orgullo de sus cualidades cultivando la tierra. Su padre se cruza con nosotros y dice: “llevaos tomates”, el hombre lleva un cubo en la mano, gorra y la ropa de faena, se despide con una sonrisa y continúa su trabajo.

“Al principio mi padre decía que perdía el tiempo con los vídeos. A día de hoy está orgulloso y toda la familia. Por eso hay que saber valorar a alguien que quiere hacer algo, no hay que quitarle las ganas. Tienes que saber lo que es lo bueno para ti, no dejarte llevar por los comentarios, incluso de los familiares”.

Detalle de ramo te tomates cherry cultivados por Isam Harchi y su familia. Foto por Melanie Lupiáñez

¿Cuál es tu meta?

Mi meta eran los 100k, tener mi placa de YOUTUBE. La meta ahora es seguir hasta donde Dios quiera.

Siempre he sido el típico gracioso, esa es la parte que llega. Ahora llegan más las historias, a la gente le gusta ver lo que haces el día a día. Tienes que ser creador de contenido con lo que tienes alrededor. Durante el coronavirus, monté una serie que tuvo un éxito grande, 700.000 visualizaciones y así.

Agarra el móvil y visita su canal de YouTube para ratificar todas las visitas que ha tenido su serie. Lleva un iPhone de última generación, era uno de los ejemplos que nos ponía cuando hablaba de ganarse la vida. «Mi padre me dejaba que me gastara mi dinero, que me valiera por mí mismo, no van a ir tus amigos con un iPhone y tú con un Nokia de hace mil años».

Muestra la placa de YOUTUBE plateada, el premio por los 100.000 seguidores y comenta incrédulo y agradecido: “es que mi meta era esto”.

Isam Harchi muestra su placa de Youtube. Foto cedida por la familia

¿Cómo consigues un Ferrari?

«Hace un año fue cuando pegué el pelotazo fuerte, me llegaban invitaciones de Bélgica, Dubai, Estados Unidos, ofertas de publicidad…” Enumera una tras otra y le faltan dedos en la mano.  

«Es sencillo, cuando llegas a Dubai con los seguidores, lo gestionas todo antes de llegar, te dejan el coche que quieras, el hotel, todo».

¿Cuál es tu público?

Tanto en España como en Marruecos y en cualquier parte del mundo donde haya una comunidad árabe del país que sea. La ventaja de esto es que vaya donde vaya, tengo gente que me acoge.

Estuve en el desierto del Sáhara que no hay ni cobertura bien y la gente venía a tomarse fotos conmigo.

Vivir como un nómada unos días fue una experiencia trascendental para el joven que cuenta con entusiasmo cómo era el silencio de la noche, cómo era la nada.

¿No te cansas de hacer siempre el mismo personaje?

No, porque el contenido es siempre diferente, nunca digo lo mismo. Hoy estoy en Estados Unidos, mañana en Suecia, el polo norte; hay tantas cosas, no te tienes que encerrar.

Por ejemplo, traer a una española, vestirla con la chilaba y ponerla a trabajar en el invernadero. Los árabes se parten de risa.

¿Ayudas a personas desfavorecidas?

Nosotros también hemos sido pobres, no todo el mundo viene desde arriba. Desde pequeño vas subiendo, claro que ayudo con comida, dinero, pero eso no lo comparto en mis redes sociales, sería alardear, esto es privado. Lo hago para mí, no para enseñar a los demás que ayudo. Si tienes un corazón blanco vas a ayudar, no necesitas ver a alguien de ejemplo para seguirlo.

¿Y la mentalidad tan negociante?

Nosotros somos de venta ambulante, somos muy negociadores. Antes de ser famoso en los veranos vendía por la playa toallas, chanclas… Cada verano desde pequeño lo pasaba en Cartagena, Águilas, por Murcia.

Mi vida ha sido muy liana, solo tengo 22 años pero he trabajado de comercial en Madrid, de camarero en Mallorca, en Barcelona también. No me gusta encerrarme, si no hay trabajo cojo el poco dinero que tenga ahorrado y me busco la vida.

Cuando estuve en Córdoba me busqué donde dormir, quien me llevaba y quien me traía al trabajo. Estuvimos viviendo de ‘okupas’ con otros chavales que le dijimos veniros que tenemos casa. Era una mansión que tenía como 24 habitaciones, una locura. No había luz ni nada pero como somos buenas personas, encontramos butanos y vasos donde cocinar. Para calentar el agua tela, la casa estaba cerca de un río, cogíamos el agua pero la puerta del baño tenía un agujero y un frío que hacía de cojones. Por más que intentábamos tapar el agujero, nada.

Los dos amigos se parten de risa con la autoridad que da haberlas pasado canutas.

“Fuimos a buscar dinero para mejorar la vida en otra parte, después fuimos a Barcelona, también he trabajado 6 meses en Francia, he dado muchos palos.”

“Mi padre siempre me ha dicho que mientras tengas fuerza y puedas trabajar, que no robes, ni vendas droga. La persona que vende droga aunque ande en un Ferrari, no lo respeto igual. Consíguelo con inteligencia o sudor”.

Hay una diferencia de cómo te tratan cuando no eres nadie a cuando eres conocido, aunque seas la misma persona, seas marroquí…

Claro que hay una diferencia y yo lo veo normal. Cuando alguien te gusta mucho, te hace reír, pues quieres conocerlo.

“Fui al Sáhara, ni siquiera hay buena cobertura, en medio de la nada y la gente venía a hacerse fotos conmigo”. Pasar unos días en el desierto viviendo como un nómada, fue una experiencia trascendente para el joven cuenta con entusiasmo como era el silencio durante la noche. “No se escuchaba nada, nada ni un pajarillo.”

Isam Harchi dentro del invernadero que alimenta a su familia en La Cañada. Foto por Melanie Lupiáñez

Has empezado como agricultor ‘loco’. ¿Terminarás como agricultor ‘loco’?

Claro, pero te estoy diciendo de ir a EEUU que eso tiene un pastizal de gastos. Al público siempre le tienes que mostrar la misma cara con la que te han querido, si has empezado con sucio, tienes que acabar sucio. Porque te han querido, seguido y levantado con esa imagen.

¿Si te encontraras contigo de pequeño, qué te dirías?

Pues no sé ni qué decirte, quizás haber empezado más pequeño, no hacerlo con 18 años. Un amigo mío cantante tiene 16 años y una de sus canciones tiene 710M de visualizaciones, es la canción más importante del mundo árabe. Es un éxito. Cuando eres pequeño es más fácil llegar a la gente, eres más amado. Además, eres más confiado, te dejas llevar, te gestionan mejor.

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«Según te valores así vas a ser valorado» dijo…

Como hay laberintos intrincados, hay buscadores obcecados, surfistas empedernidos y fumadores pasivos y, así, cada cual cabalga su ola. El siguiente personaje es un artesano del siglo XXI que con tinta y aguja imprime en la piel, un refinamiento de la técnica usada por los egipcios hace 5000 años. 

Marius Deac es de Rumanía, de la zona de Transilvania y bromea: “el conde Drácula es mi padrino”. En su ciudad natal, Bistrița-Năsăud, tomó contacto con los pinceles a temprana edad. A partir de los 14 años, comenzó estudios de carpintería y escultura. Aunque no eran su vocación, sirvió como puente para introducirse en el mundo de la restauración de frescos en iglesias. A los 19 años, el muchacho desencantado del trabajo cambió de puerto y arribó en el punto más occidental de la costa mediterránea.  

“El dibujo te hace fijarte en el detalle, te das cuenta de que nadie dice quién es, ni tú mismo lo dices”, Marius hace un pico con la mano y se la lleva al pecho en el “tú”, toca, suelta y abre. Un gesto honesto poner en concordancia la comunicación verbal y el lenguaje corporal. No ocurre lo mismo cuando la pregunta se torna personal, aquí el tatuador es huidizo y tímido. ¿Qué quiere decir el tatuaje de tus manos?

En los nudillos puede leerse self made, dos sellos grandes: uno en anular y otro en el corazón; nada queda al azar, solo la respuesta: “tiene una historia muy larga”, se ríe y se remueve con cierta zozobra en la silla. “Cada tatuaje cuenta algo de nosotros o marca un momento en la vida. También es una forma de llevar algo de un amigo, por ejemplo, yo llevo muchos tatuajes de gente que nunca han tatuado porque son un recuerdo suyo.”

Un hermano que vivía en Aguadulce le recomendó que viniera a echar plástico a los invernaderos, trabajó durante 3 años en situación irregular hasta que en 2007 Rumanía entró en la Unión Europea. «Al no tener permiso de residencia no podía trabajar de ninguna otra cosa, ni camarero, ni nada», comenta con el incesante sonido de la aguja de fondo.

Pero… ¿Cómo cayó una aguja en sus manos?

Se ríe y cuenta el episodio casi como un accidente, un amigo me dijo Marius tú que dibujas bien porque no me haces un tatuaje, seguro que se te da. Entonces fuimos y compramos la máquina y todo el material. No salió tan mal y a los 6 meses estaba trabajando en un estudio de Roquetas, en el 2008. A los pocos meses estaba tatuando en un estudio de Almería y hace 6 años abrí mi primer estudio. Si no hubiera encontrado el tatuaje viviría debajo de una palmera, pescando para comer al día y ya está”.

Marius Deac trabaja entre 5 y 8 horas al día. Entre Rumanía y España

Tienes 36 años, ¿fue complicado montar tu propio negocio?

Al principio era complicado hasta alquilar un piso. Me veían joven, tatuado y por la fama de los rumanos digamos, me pedían muchos más papeles. Para que alguien se fíe de ti tienes que demostrarlo… Mira, ahora me fijo mucho en los Estado Unidos, ellos son todos americanos, hasta que nosotros no digamos que somos ciudadanos europeos en lugar de: ‘yo soy rumano o, yo soy español y todos los demás mierda…’ Aquí torna la cabeza a un lado y cierra los ojos, totalmente convencido de estar en desacuerdo.

Porque para cualquier profesional o amante de los tatuajes los valores están por encima de todo. La gente que se tatúa son personas que saben lo que quieren porque se han comprometido para toda la vida”, mira al cliente a quien tatúa las mangas buscando su apoyo y los dos rompen a reír.

El cliente se llama Costello, también es rumano pero de la parte sur, apunta: “los valores son muy importantes. Los hombres tienen que tener dignidad, ir con la verdad por delante. Gente valiente con principios y con orgullo”. Marius simboliza estos principios a través de gladiadores, el circo romano y samuráis en el cuerpo de su cliente.

Para tatuar utilizando toda esa simbología, ¿en qué te fijas?

Pues tienes que conocer la historia y de todo un poco. Sin arcilla no se hace el ladrillo, tienes que tener cierta idea, para hacer algo más original para alguien en concreto, tengo que trabajar a partir de su concepto porque cada uno tenemos nuestro pensamiento. Creo que es muy importante que cada persona se lleve lo que quiera llevarse.

El equipo de optimus Ink de Aguadulce. De izquierda a derecha; @rico_tattoo_, @rendertatto, @marius_deac, @bogdaan1991, @conradmayden

@Optimus_ink tiene más de 20.000 seguidores en Instagram…

Sí, pero no podemos caer bien a todo el mundo. Recuerdo que tuve un accidente de coche y estuve 3 meses convaleciente. Cuando salí a la calle llevaba el pelo y la barba larga, un chaval me vio y no me reconoció, me estaba hablando mal de mí pensando que era otra persona. ¡Ay! Y se ríe.

En la actualidad, Marius reparte su tiempo entre sus dos estudios, medio mes en Aguadulce y otro medio en Cluj-Napoca, su tierra natal. «Voy a levantar los dos países», bromea. El estudio de Rumanía abrió sus puertas el año pasado antes de la pandemia, así ha permanecido cerrado hasta hace unos meses. El empresario negoció con los arrendatarios en ambos países y no tuvo que pagar el alquiler durante el tiempo que permaneció cerrado, la otra opción era dejar el local. 

¿Cómo sobrevivisteis a esos meses durante la cuarentena?

Marius contesta divertido: «Con la ayuda del Gobierno» y torna serio de nuevo. «Solo tuvimos que pagar la cuota de autónomo». En el establecimiento de Aguadulce son 5 los chicos que trabajan con él. Es casi un centro social, por donde pasan amigos, clientes, antiguos aprendices, etc. 

Su especialidad es el realismo en blanco y negro. Su particular visión de las realidades y conceptos que los clientes le plantean le llevan a crear mundos fantásticos donde se superponen animales mitológicos, diosas, símbolos, composiciones cargadas de significado para quien lo lleva y la mano ejecutora, pero auténticos enigmas para los demás. Este artista tiene algo muy claro. No tatúa símbolos nazis, ni relacionados con el III Reich.

¿Los premios que has obtenido son una referencia para los clientes?

Sí, la gente lo aprecia pero creo que por encima de todo está el trabajo, es decir, cuando alguien ve un tatuaje tuyo que está bien hecho. Para que un tatuaje salga bien depende de dos personas, el tatuador y el tatuado porque puedo hacer un buen trabajo, pero si el otro no lo cuida…. También influye tu forma de ser y cómo trates a la gente.

Algunos de los premios ganados por el tatuador en la modalidad realismo en Blanco y Negro

Marius, que viene de Marte, el dios de guerra y significa el varón valiente, suelta una detrás de otra como un buen refranero:Que no seas una opción, que seas una prioridad”. Tabaco, Porsche y un aspecto cuidado más cercano al de criatura nocturna. Dedicación y vocación: “¿Qué puedo hacer mejor que mi trabajo? Sabes que estás haciendo lo que tienes que hacer, de estar donde quieres estar”.

¿Has enseñado a mucha gente?

Sí, mucha gente ha trabajado conmigo y ahora tienen su estudio. Cuando enseñas tienes que pensar de esa manera, ellos se mueren por saber lo que tú sabes y tú te mueres por saber lo que no sabes. Siempre va a haber una diferencia.

Uno de los fallos de los principiantes es tener miedo al pinchar, porque somos buenos por naturaleza y no queremos hacer daño a otro ser humano, pero no puedes dejar que el dolor del cliente te influya, tienes que trabajar sin miedo. 

¿Hay más hombres o mujeres en el tatuaje?

Aquí no depende de si eres hombreo mujer, sino de que seas bueno.

¿Cuáles son tus maestros?

La verdad que es difícil porque he aprendido casi, casi todo solo, viendo videos en YouTube… Cuando empecé era difícil porque nadie quería enseñar, hace 13 o 14 años nadie quería cogerte como aprendiz. Ahora hay seminarios, cursos…

Detalle de un caballero de la manga de Costello

Cuándo vas a las convenciones, ¿Cuánto tiempo tienes para preparar una obra?

Todo un día desde la mañana a la noche. Pero se ha perdido mucho porque hay demasiadas, antes una convención era un lugar donde darte a conocer y publicidad para el estudio. El aprecio de la gente también entra en juego, puede que un tatuador que gane un premio en una convención suba una foto a redes y le guste a mucha gente, sin embargo, otro profesional puede ser mejor. 

No es igual el criterio de un jurado que el de personas que no son profesionales en redes sociales.

Si es igual porque en un jurado son 6 personas y en las redes miles las que te evalúan. Entonces, es lo que te va a dar de comer porque a esas personas es a quienes les gusta. Yo no soy músico, hay música que me gusta y otra que me raya la cabeza, no voy a decir que sea buena o mala, solo si me gusta o no me gusta. En esto dependes de la mayoría. 

¿Olvidamos nuestras raíces, nuestros orígenes, cuando llegamos a cierto estatus?

Perdona que te interrumpa pero sabes ¿por qué? Porque hay quien ha olvidado que sus abuelos fueron a Alemania a quitar el trabajo y dicen que los demás venimos a quitar el trabajo.

Hay que saber mantenerse. Cuando tienes ciertos valores, tienes que estar a la altura de estos. Hasta hace poco mi cantante favorito era Marilyn Manson y con las acusaciones de violaciones, maltrato… Se me ha caído un mito a pesar de que me guste su música. Según te valores así vas a ser valorado, creo que todo depende de nosotros.

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