«Mi secuestro se frustró porque el pueblo guineano estaba…

Adão Ramalho, periodista de Guinea Bissau

«El periodista no miente, solo cuenta relatos, verdades e investiga», dice el comunicador guineano Adão Ramalho. Estos principios casi le cuestan la vida, llegó la pasado primavera a Roquetas de Mar para tratarse de las secuelas de la brutal paliza que le propinaron unos encapuchados mientras informaba del regreso del presidente del partido opositor al golpista Umaro Sissoco. Hoy, su físico está curado y rememora su historia desde una cafetería de Roquetas de Mar, el pueblo que se ha convertido en su refugio. 

«Mi salvación fue saber que el pueblo estaba conmigo, que cuando intentaron secuestrarme solo se quedó en una brutal paliza porque la gente que había en la calle sabía quién era yo y acudieron a ayudarme”. Ramalho ha sido una de las voces que ha acompañado a la población en Capital FM, una pluma disidente en Diario Bissau y un dolor de cabeza para el gobierno, como dice su compañero de profesión y roquetero de adopción Constantino Gomes. 

Los amigos se conocen desde la facultad, “dormíamos en la misma cama, imagínate, pero esto nunca ha sido una barrera entre nosotros”, dice Constantino entre risas. “Me ves lo alto que yo soy y mira a Adão”, el Pulga y el Linterna versión guineana. 

Hace 15 años que Gomes dejó Bissau, uno de los países mas pobres del mundo, 1000€  frente a los 23.000€ de renta per capita en España durante el pasado 2020, según el informe de datos macro.  El compañero y amigo inseparable le tendió la mano en ese momento difícil de llegar a un país extranjero, donde no conoces el idioma, la cultura… Quien tiene un amigo tiene una fortuna, que dice el dicho.

 ¿Cómo se vive un intento de secuestro? ¿Cuáles son los sentimientos que tiene una persona cuando sufre este tipo de violencia?

Él se relaja, esboza una sonrisa y me mira. «Pues con naturalidad.» Y se hace un largo silencio. «Yo me siento natural con el secuestro porque yo elegí ser periodista. Lo hago por el amor tan profundo que le tengo a la profesión y a la necesidad de dar voz a quien lo necesita. No es la primera vez que me ocurre, solo que esta situación última que he vivido se ha convertido en muy peligrosa para mí. Anteriormente, he recibido amenazas en forma de avisos, cartas, llamadas telefónicas… ¡Dos veces han intentado atropellarme con una moto! El problema de todo esto es que son cosas que ante un juez y un juzgado en Bissau son difíciles de demostrar.» Sin embargo, Ramalho asegura que el estar amenazado lo ha tenido motivado.

Entiendo que la corrupción esté muy extendida a todos los niveles pero, ¿cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta el ciudadano de a pie cada día?

Pues para comenzar el problema mayor es el de la educación. Es lo que mas escasea porque no es una educación de iguales. ¿Qué piensas de un país en el que los ministros, presidentes y altos cargos de funcionariado tengan que estudiar en el extranjero? Para poner en contexto, en 48 años de República y de independencia solo ha habido una universidad pública y cerró hace 10 años. Constantino y yo hemos sido unos privilegiados porque, aunque nuestras familias no son ricas, hemos conseguido llegar a la universidad. Ambos estudiamos en la Universidad Lusófona comunicación institucional y periodismo, y en la escuela Agencia Bissau Media Publicaciones. Los niños no pueden ir a la escuela porque los profesores y los funcionarios están casi siempre de huelga luchando por obtener unos sueldos dignos.

«Tampoco hay un buen sistema alimentario, no es el adecuado. Guinea Bissau es un país ríquísimo en recursos y en agricultura, sobre todo en la producción de arroz y pesca pero como el sistema es tan negasto el país no se sostiene y hay alimentos básicos que hay que importarlos de fuera, de países como Senegal. Además, nuestra capacidad pesquera es muy amplia pero todo se va hacia otros mercados y no se queda en el país. ¡Y la importancia del agua potable! Con tantos cortes de luz y una infraestructura de carreteras poco cuidada y escasa…»

¿Cómo fue el proceso de llegar a España?

Yo vine aquí a través de un visado de turista porque, claro, con mi situación y el peligro que corría allí me lo concedieron de inmediato, cumplía todos los requisitos. Lo que no sé si voy a conseguir es el asilo político aunque voy a luchar por ello, no quiero volver a poner en riesgo mi vida. Tengo a buenos amigos aquí como a Constantino que es más mi hermano que amigo. De España quiero ver sus capacidad que tiene de organización, aprender de sus técnicas sanitarias, de convergencia y de relaciones internacionales. Este país me da confianza y veo un ambiente social que aguanta y se puede sostener.

Los periodistas nos tenemos que adaptar a casi cualquier tipo de situación nueva, a cualquier realidad por dificil que sea. Al comienzo, el idioma puede ser un handicap pero no me rindo. En cuanto lo aprenda sé que solo vvoy a seguir creciendo.

Y porque como periodista la lucha se puede seguir a través de Internet en cualquier parte del mundo…

Sí, claro. Yo nunca voy a dejar de ejercer como periodista. Es lo que sé hacer.

En Guinea-Bissau no se respeta el derecho a una información libre y la autocensura sigue siendo una práctica frecuente cuando se trata de abordar temas como las debilidades del gobierno, el crimen organizado o la influencia de los militares en la sociedad. Algunos periodistas han optado por exiliarse frente a las intimidaciones y las amenazas que padecen.

El país subsahariano ocupa el puesto 95 de 180 países en cuanto a la libertad de información según el último informe de Reporteros sin Fronteras que analiza este derecho fundamental para la Democracia.

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