Europa

“Si no puedes tener un perro, compra un pez”…

Nuno Mateus en su consulta de Vet&Pet’s. Foto por Melanie Lupiáñez

En su consulta una bandera de Portugal y otra de España, casi por superstición las lleva consigo desde que tuvo el accidente de moto que cambió el rumbo de su vida y lo plantó en Roquetas de Mar, esa bandera de su tierra es su estandarte. Nuno Mateus es un tío peculiar, habla pausado y firme, consciente del dardo que lanza a cada palabra.

¿Qué consejo le darías a la gente que quiere tener una mascota?

Que no regale un perro, porque los juguetes se olvidan.

El centro se encuentra en la Urbanización de Roquetas de Mar y fue abierto el pasado octubre en plena pandemia. Este veterinario siempre ha tenido espíritu empresarial y mente inquieta. “Siempre he sido emprendedor, la única vez que he trabajado para otro fue cuando me vine a Almería”, dice Nuno.

¿Cómo os conocisteis?  

Su pareja, Encarna Martínez, se ríe y dice que le engañó. Un cruce de miradas cómplices y la sonrisa de oreja a oreja, “¿Se lo cuento?”, dice ella, él asiente y se ríe. “Como Nuno se apellida Mateus cuando fuimos a su pueblo en Portugal donde están las bodegas Mateus Rosé me dijo que todo era de su familia” … Él sigue vapeando, me mira, se encoje de hombros y se ríe. Se conocieron cuando Nuno fue a Murcia a hacer el máster de anestesia.

“Si no fuera por ella, todo esto no existiría”. Encarna interrumpe y dice: “peloteo” en un intento de hacerse la dura y no dejar que la emoción la invada. Entonces sigue Nuno: “no es peloteo porque no podría desarrollarme más, me da mucha seguridad en mi trabajo”.

Encarna es puro nervio, ella lleva la clínica y marca las directrices, pero esto que quede entre nosotros. “Nosotros trabajamos en equipo desde hace muchos años, nos entendemos perfectamente. Casi al mismo tiempo nos hicimos pareja y trabajamos juntos. Al final no hace falta hablarnos porque sabemos lo que necesitamos, a nivel personal y profesional. Eso es una ventaja cuando, por ejemplo, hay cirugías de accidentes que tienes que intervenir de forma rápida. El tiempo apremia”, finaliza la alicantina.

Encarna Martínez y Nuno Mateus en la puerta de su centro veterinario

 

¿Cómo fue que aterrizáteis en Roquetas?

Tuve un accidente grave con la moto en Orihuela, donde nos conocimos Encarna y yo. Decidimos que lo mejor era volver a Portugal, Vila Real, preferí recuperarme en casa cerca de los míos. Después de muchas cirugías, ahí hace mucho frío y busqué un clima más caluroso para mi recuperación.

Cogí un mapa, hice un redondel y mandé currículum en esta zona. Me llamaron de 2 sitios, me presenté a uno y decidimos venirnos a Almería con el coche lleno de cosas y dos niñas (una de 3 años y otra recién nacida).

La cosa al principio fue regular porque la dueña quería solo un cirujano, me limitaba mi progresión como profesional; así que a los tres años fue cuando di el paso y me animé a abrir nuestro propio centro. Hago cirugía de mínima invasión, videocirugía, desarrollos ortopédicos y todo lo que tiene que ver con traumatología. 

El centro Vet&Pet´s es puntero en cirugías e imagen. «Ahora estamos en la parte de desarrollar laparoscopia quirúrgica. Operar o castrar con solo un mini agujero es ya una realidad para los animales» a Nuno le brillan los ojos cuando lo cuenta. “Imagina, yo soy cirujano y hago extracciones toda la vida de la misma manera, es tan aburrido… Dejé el anterior trabajo porque necesitaba progresar y encontrar nuevas maneras que me motiven. Gracias a Dios tengo la suerte de hacer una cosa que haría gratis. Adoro mi trabajo». Ese amor por su profesión se destila en su centro de trabajo y en detalles como que recuerda el nombre del perro cuando le dices la afección. 

¿La profesión la llevas desde pequeño, te has criado con animales?

Sí, me he criado con animales. De pequeño hice unas tarjetas con mi nombre y profesión y se las daba a la gente y todo el mundo se reía de mí. En Portugal no se estudia veterinaria. Se estudia medicina veterinaria, los 3 primeros años son iguales a medicina, después haces la residencia y libro que defiendes ante un tribunal compuesto por 3 profesores.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

Mis clientes viene con sus mascotas y dicen, tiene una mirada triste, algo le pasa y tienes que adivinar, es un trabajo de detective y por eso me fascina el reto.

¿Cómo fue dar el salto? ¿Al principio es duro encontrar financiación?

El primer hospital que yo abrí, que fue el primero en toda la región norte de Portugal, en el 99, la conseguí porque mi familia me ayudó con un préstamo y me avalaron. ¡Solo tenía 27 años y la mantuvo abierta por unos tres! El veterinario prosigue con habla pausada. Con el tema del divorcio de mi primera mujer tuve que vender y fue cuando me lie la manta a la cabeza y vine para España para hacer el máster de anestesia en Murcia. Anteriormente, ya conocía el país porque hice una residencia en la facultad de veterinaria de la UAB de Barcelona.

Siempre has tenido la parte empresarial muy presente… 

Tuve la “suerte” de montar un hospital enorme porque, después de la universidad, me reuní con unos grandes profesionales y formamos un equipo perfecto.

Nuno es de esos profesionales que saben de lo que hablan: «ya en el 99 poníamos prótesis de caderas a animales, cosa que ahora ya no se hace porque nadie lo paga. Siempre que trabajaba era para ser productivo con mi tiempo.»

Material y ropa específica para la realización de radiología veterinaria

 

La vocación siempre rondando en todo lo que te has propuesto, ¿verdad?

Yo estudié veterinaria para ser cirujano, no para ser un vendedor de tienda o vendedor de piensos”. Nos gusta ser muy puristas en el tema de enfocar nuestra profesión de manera pura y al mismo tiempo puntera.

Aunque hay que remarcar que nuestro protagonista es de espíritu inquieto y ha querido mostrar su saber hacer más allá del trato veterinario-cliente. Además del programa que tiene en la tv, el cual pronto volverá a las pantallas tras el parón sufrido por la pandemia; el portugués es colaborador de radio y se maneja con soltura dentro de las redes sociales. Un ejemplo es su canal de Youtube donde sube muestras de su saber en las cirugías que habitualmente realiza.

¿Creen que ahora hay mucha más conciencia con los animales de la que había antes?

Encarna toma el timón de la conversación. Sí, ahora ya todo ha cambiado. Ahora hay más conciencia pero más economía, la gente está concienciada y tratan a los animales mejor, intentan siempre que accedan a un mejor tratamiento. Además, nosotros tenemos muchos equipos aquí muy punteros en Almería, hacemos cirugías que nadie hace. Mantenemos red de contacto con otras clínicas que nos derivan casos y es lo que nos ayuda a ser nuestro objetivo y ser un centro de referencia en la provincia y alrededores. 

¿Cómo se logra manejar el tema de la competencia?

Lo bueno nuestro es que teníamos la cosa muy clara, sabía lo que quería, cómo estaba el sector y, de verdad, es que de momento nos está yendo muy bien. Hay que tener en cuenta que yo ya llevaba tres años aquí y conocía todo.

Intentamos separar nuestros servicios con los que ofrecen las otras clínicas, es una manera de tener una competencia más leal y que todos se necesiten. Esto aquí no ha sido fácil porque aquí no hay una unidad, los veterinarios van a lo suyo y no se fía nadie de nadie. En Portugal, cada uno tiene una especialidad y entre ellos se ayudan mucho. Trabajan entre compañeros de forma muy normal y mandar a los animales entre especialistas porque ellos se ayudan.

Es algo que sería mucho más lógico, evidentemente…

Exactamente, pero aquí en veterinaria todos tienen la sensación de que se van a quitar el trabajo unos a otros. Nosotros estamos especializados en cirugía e imagen.

Cuando los padres irradian esa vocación por su profesión, muchos hijos son capaces de empaparse de ese amor y convertirse en todo aquello que mamaron desde pequeños en el hogar. ¿Quién sabe? En la mayoría de ocasiones, es el alumno quien termina superando al maestro.

¿A vuestras niñas les gusta el negocio?

Muchísimo, les hemos tenido que hacer hasta disfraces de ‘supervet’ (superveterinarias). Un guiño que promete…

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